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Para dar potencia a las bombillas de tus equipos de luz necesitas un balastro, o lo que es lo mismo, un transformador o arrancador que limite el flujo de corriente que llega hasta la bombilla para mantenerla encendida de manera segura.
Un balastro en un aparato compacto con el que nos ahorramos las complicaciones de tener que realizar una instalación eléctrica para regular la potencia con la que necesitan trabajar las bombillas de nuestro cultivo de cannabis. Pero para utilizarlo de manera adecuada debes tener en cuenta algunos aspectos básicos.
Tipos de balastros y cómo funcionan
Lo principal a la hora de utilizar un balastro es que tengas claro que si su potencia es superior a la de la bombilla que tienes instalada, esta no la resistirá y acabará fundiéndose. Por el contrario, si la potencia que envía el balastro es inferior a la que necesita la bombilla, esta no se estropeará pero no estará trabajando a máximo rendimiento. En cualquiera de los dos casos, sales perdiendo. Así que asegúrate de que utilizas el balastro adecuado a la potencia de tus bombillas.
En cuanto a la tipología, encontrarás dos tipos de balastro:
- Electrónicos: son compactos y se calientan menos, por lo que si el tema de la temperatura te preocupa, son una buena elección.
- Electromagnéticos: suelen ser más grandes y pesados, pero también más económicos y rinden muy bien.