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Buddha Seeds
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En los 80 pasaron muchas cosas, pero fue en los 90 cuando una línea de sativa pura, se combinó con un híbrido indico y dio lugar a una de las cepas ya clásicas más bestias, con un efecto relajante capaz de tumbar a los fumadores más experimentados. ¿No te intriga?
¡Ven! Entra en mi tela de araña.
Desde Buddha Seeds han querido rendir tributo a esta variedad épica, respetando las cualidades que la han mantenido arriba desde que se lanzó al mercado.
Su cultivo es apto para cualquier grower, su periodo de floración es corto, su número de cogollos es alto, su tamaño generoso y su cantidad de resina masiva.
Aunque la planta es fuerte se recomienda el uso de tutores y controlar la humedad para evitar la aparición de moho.
En interior es especialmente productiva, por lo que si se tiene paciencia se puede obtener una producción extra de resina, puede alcanzar el metro de altura y sólo hay que esperar unos 65 a 70 días de floración podrás cosechar hasta 650 gr/m2.
En exterior estará lista a partir de mediados de octubre, puede llegar a los 2,5 metros y a los 800 g/planta.
Especialista en producir resina esta planta puede llegar a adquirir un tono prácticamente blanco, con lo que es más que valida para realizar extracciones de calidad.
Su aroma puede considerarse floral y fresco, en un humo denso muy agradable. Su sabor es de aspecto especiado, con toques de pino y madera, complejo y tremendamente intenso.
Su alto contenido en THC le otorga una increíble potencia, relacionada con su nombre, con un efecto narcótico capaz de tumbar a fumadores experimentados, en un viaje relajante y placentero hacia el descanso físico y mental.