La mosca blanca es una plaga que suele afectar a los cultivos de marihuana en climas cálidos o época de lluvias escasas. El insecto atraído por los efectos del viento, viaja de una planta a otra buscando alimentarse de la savia producida en las hojas. La mosca blanca puede hospedarse en cualquier planta pero los cultivos más jóvenes son también más susceptibles a la proliferación de la plaga.
Es habitual que la plaga se presente cuando no se tiene un control estricto de las condiciones de desarrollo del cultivo. La mosca blanca adulta, que es de color blanco, se sitúa en el envés de la hoja y es ahí donde coloca los huevos que una vez eclosionan, al igual que la mosca adulta, van a alimentarse de las hojas provocando que éstas detengan su crecimiento y empiecen a secarse.
Las toxinas que inyecta la mosca en las hojas provocarán el debilitamiento de las mismas, se comenzarán a notar los bordes secos así como una evidente ralentización en el crecimiento, también podrán detectarse manchas amarillentas, hasta que finalmente la planta muere.
¿Cómo prevenirla?
Por fortuna se conocen métodos preventivos que serán de utilidad para dificultar la infestación del cultivo de marihuana con mosca blanca. Un ejemplo de un efectivo insecticida es el Extracto de Neem, cuyos efectos son amigables con el ambiente y otros cultivos, y no causan daño a la salud de las personas. Su activo radica en atacar al insecto mediante efectos hormonales logrando ahuyentarlo de la planta.
¿Cómo combatirla?
Una vez que no se ha podido evitar la aparición de la plaga en el cultivo de marihuana, será imprescindible atacarla con químicos potentes que la eliminen antes de que cause daños totales al cultivo. Para lo anterior existe el Inaclor, de la familia de los organofosforados, en cuyo caso bastará con pulverizar todas las partes de la planta hasta lograr erradicar la plaga.