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Extracción
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La ventilación de un cultivo de marihuana es tan importante como el riego, la iluminación, la humedad o el mantenimiento de una temperatura estable. De hecho, no se trata de un aspecto independiente sino que en gran medida se integra como elemento de corrección o control de estas variables.
Los cultivos de interior tienen algunas particularidades con respecto a los de exterior y una de ellas es la necesidad de renovar el aire. Sí, también tus plantas de marihuana necesitan cambiar de aires para sentirse más a gusto y crecer como campeonas. Y esto se consigue con la instalación de sistemas de extracción compuestos por ventiladores, tubos y otros accesorios.
Como todas las plantas, durante las horas de luz el cannabis consume dióxido de carbono y lo transforma en oxígeno. Y durante las horas de oscuridad sucede exactamente lo contrario. La cuestión es que en determinados puntos de este proceso el aire termina viciándose y es necesario extraerlo de la sala o armario de cultivo para que entre aire renovado.
Este proceso de extracción e inyección de aire es el que va a permitir que tus plantas no se intoxiquen por un exceso de dióxido de carbono y puedan respirar y realizar la fotosíntesis sin complicaciones. Se ejecuta a través de ventiladores que funcionan tanto para sacar el aire contaminado como para hacer que el aire renovado llegue hasta tus plantas.
Pero aún hay más. Si el aire viciado se queda concentrado en la sala de cultivo, la marihuana corre más riesgo de ser víctima de hongos y otros patógenos que comprometan su correcto crecimiento. Como a ningún grower le interesa que esto suceda, al pensar en un cultivo de interior resulta inevitable plantearse cómo va a ser el sistema de ventilación.