Para que la luz llegue hasta tu jardín de interior no te queda más remedio que recurrir a la iluminación artificial. Las plantas de marihuana son muy sensibles a todos estos factores lumínicos y de temperatura, pero no lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de si se trata de la luz del sol o de una fuente de iluminación alternativa.
Por otro lado, estos equipos están preparados para imitar a la perfección las condiciones de una luz tan natural que hará que tus plantas crezcan con la misma alegría con la que lo harían al aire libre. Tu mayor responsabilidad como grower es conocer bien las características de tu armario o habitación de cultivo para escoger el kit de iluminación que mejor se adapte a las necesidades de tus plantas.
Componentes de un equipo de iluminación
Desde los equipos más básicos hasta los más complejos, hay tres elementos fundamentales en la composición de un equipo de iluminación para un cultivo de interior (aparte de los cables y clavijas que utilices para conectarlos entre sí):
- Balastro: mantienen estable la intensidad de la corriente que llega a las bombillas.
- Bombilla: es la clave del equipo de iluminación y sus características lumínicas varían en función del ciclo de cultivo en el que la vayas a utilizar.
- Reflector: concentra la capacidad lumínica de la bombilla y la refleja sobre las plantas para que con menor potencia consigas mayores resultados.
Puedes adquirir cada uno de estos elementos de manera independiente pero para evitar complicaciones hemos preparado para ti una serie de kits que te facilitarán mucho las cosas. Están ya configurados para las diferentes etapas del cultivo de tal manera que puedes optar por algunas de las siguientes combinaciones:
- Etapa de crecimiento: kits compuestos por halogenuros metálicos.
- Etapa de floración: kits con bombillas de alta presión de sodio.
- Etapa de crecimiento / floración: kits de iluminación con bombillas de tipo mixto.