Por extraño que te parezca y a pesar de que en la actualidad todavía tengamos que estar con estor tiras y aflojas en relación a la legalización de la marihuana, hay muchos pueblos del planeta que homenajean el cannabis como si fuera la cosa más natural del mundo.
Y no nos estamos refiriendo a culturas exóticas, a países remotos ni a religiones en las que la marihuana haya tenido desde sus orígenes un papel fundamental. Son pueblos, culturas y tradiciones que tienes aquí al lado, mucho más cerquita de lo que te imaginas. ¿La explicación? En su momento ya hablamos de las diferencias entre el cáñamo y la marihuana y el hecho de que en la actualidad podamos encontrar pueblos que rindan homenaje al cannabis explica muy bien por qué a pesar de ser la misma planta estamos hablando de cosas diferentes.
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La importancia del cultivo del cáñamo en el mundo
Teniendo en cuenta que el cáñamo es uno de los cultivos agrícolas más antiguos del planeta, no es de extrañar que todavía haya culturas que lo recuerden incluso en sus escudos. Cuesta imaginar qué hubiera sido de muchas travesías, descubrimientos y momentos destacados de la historia sin la presencia de la fibra del cannabis.
¿Quieres conocer algunas curiosidades acerca del cáñamo? Se empleó, por ejemplo, en la confección de las velas y los cabos utilizados en las naves que llevaron a Cristóbal Colón hasta América o en el los documentos y la bandera con la que los estadounidenses declararon su independencia. ¡Casina nada!
Sin ir más lejos, en España fue durante varios siglos la base de una importante industria dedicada a la fabricación de materiales de pesca que poco a poco ha ido sido reemplazada por la fibra sintética y ya solo ha quedado como algo testimonial.
Pero al igual que en algunos municipios de España, hay otros rincones del mundo que no olvidan su estrecha vinculación con el cannabis y todavía lo recuerdan en muchos de sus símbolos a pesar de que la confusión entre marihuana y cáñamo haya dañado tanto a esta tradición y a este tipo de industria.
Una imagen vale más que mil palabras
Cañamares (Cuenca)
Imagínate que un fin de semana coges el coche, sales de escapada rural, acabas haciendo turismo por Cuenca y te encuentras con un pueblo que se llama Cañamares. El nombre ya resulta bastante sospechoso, pero es que como te topes con el escudo ya no te va a caber ninguna duda. ¿De dónde ha salido esto?
Los cañameros, gentilicio muy apropiado para los vecinos de este municipio de 700 habitantes ubicado a unos 60 kilómetros de Cuenca, están muy orgullosos de la historia que les une al cáñamo. Este fue durante muchísimos años el principal cultivo de la comarca y gracias a ello el pueblo consiguió prosperar. Ahora el cáñamo tiene un lugar protagonista en su escudo de armas: tres plantitas verdes con cinco hojas de diferente tamaño que crecen armoniosamente sobre un suelo del mismo color.
Santa Cruz de los Cáñamos (Ciudad Real)
Seguimos en territorio español y con nombres igual de evocadores, en este caso con mucho menos espacio a la interpretación. Santa Cruz de los Cáñamos es una pequeña localidad de la comarca de Campo de Montiel, en Ciudad Real. Su nombre tiene más de cinco siglos de antigüedad y se debe también a los amplios cultivos de cáñamo que en el siglo XVI ya cubrían esta zona.
Dos grandes hojas de marihuana presiden su escudo, custodiando un castillo tan centenario como la propia tradición del cultivo del cáñamo en la zona. Por supuesto, el amarillo y el verde son los colores protagonistas de esta imagen cannábica.
Cannabriends (Valle del Oise, Francia)
Continuamos este interesante viaje por la geografía del cáñamo atravesando la frontera y dirigiéndonos hacia tierras francesas para visitar otra villa cuyo nombre también resulta muy llamativo. Cannabriends, una comuna francesa al norte del país, enclavada entre montañas en pleno Valle del Oise en Chennevières-lès-Louvres, es una de esas regiones en la que la historia del cáñamo todavía sigue muy presente.
Tan presente que esta planta se sigue cultivando hoy en día y aunque ya no tiene el mismo peso en la industria del vestido o de la fabricación de cuerda y otro tipo de accesorios por el estilo, ocupa su lugar especial tanto en la comunidad como en el escudo de armas que la identifica: una rama dorada con cinco hojas de marihuana custodiada por dos flores de lis y protegidas por la figura de un león rampante en la esquina superior izquierda.
Hamme (Bélgica)
Todavía más al norte, ya en territorio Belga, esta devoción por el cáñamo también sigue siendo manifiesta en parte de su cultura popular. Como ejemplo de ello está la región de Hamme, entre Gante y Amberes, en cuyo escudo no solo se pueden ver con claridad varias hojas de marihuana sino toda la planta en su esplendor. Y es que la particularidad de esta insignia es que muestra además los primeros cogollos ya despuntando.
Junto la planta de cannabis aparece una de lino. Es un reflejo de cómo los dos cultivos más importantes del lugar son los que finalmente han pasado a ocupar el papel protagonista de su escudo.
Kimovsky (Rusia)
Y ya por último llegamos al distrito de Kimovsky, al sur de Rusia, donde a pesar de las bajas temperaturas el cultivo del cáñamo también tuvo su etapa de máximo esplendor. Al menos así lo atestigua este escudo que aún hoy en día le rinde homenaje a la planta de marihuana que, eso sí, en este caso está representada un poco más mustia que en los ejemplos anteriores.
El escudo de Kimovsky muestra tres plantas de hojas caídas coronadas por semillas amarillas en la parte superior y sobre un fondo rojo, blanco y negro, que son los colores distintivos de la región de Tula, a la que pertenece este distrito.
david dice
deberian de legalizarla a nivel mundial, pero todo es x el precio y sus ganancias xq si la legalizan se vienen abajo las ganancias