Cultivo en Hidropónico 

Actúa directamente en la raíz sin necesidad de trasplantar tus cultivos al suelo o a una maceta con tierra. En esto consiste básicamente el cultivo en hidropónico, un sistema basado en el cultivo sin suelo natural y en el que las plantas crecen a base de soluciones nutritivas que se añaden en el agua y que varían en función de los ciclos de cultivo.

La técnica de las raíces flotantes

Aunque resulte algo llamativo, la técnica de cultivar sin tierra no es nada revolucionaria. Ya desde la época de los aztecas se tenían conocimientos sobre cómo utilizar de manera exitosa este tipo de cultivos. Pero no sería hasta finales del siglo XIX cuando se perfeccionarían estos sistemas también conocidos como de raíces flotantes, ya que bajo la planta no es necesaria la existencia de suelo agrícola. Y es que aparte de acondicionar un espacio para el desarrollo de los cultivos era necesario encontrar las soluciones minerales específicas que facilitaran el crecimiento de las plantas.

Aunque teóricamente es posible utilizar un sistema hidropónico puro, lo más habitual es que sí se utilice algún tipo de sustrato en el cultivo. Se trata, sin embargo, de un sustrato inerte (la lana de roca, la perlita, la arlita, el mapito…) que por sí solo no le proporciona a la marihuana ningún nutriente sino un hábitat agradable (condiciones de humedad, oxigenación y temperatura) en el que sus raíces puedan desarrollarse y por lo tanto el resto de la planta.

Tipos de cultivos hidropónicos

Este es un ámbito en constante desarrollo por lo que existen numerosas técnicas cuya diferencia principal es el tipo de contenedor en el que se encuentran las raíces y el sistema de riego.

Entre los métodos hidropónicos más populares están:

• Aeroponia.
• Aquaponia.
• Recirculación.
• Técnica de película nutriente (NFT).

Aunque cada uno presenta sus particularidades, todo este tipo de cultivos compartes rasgos característicos en cuanto a las ventajas que presentan:

• Mayor control sobre el pH y los niveles de nutrientes presentes en el agua de riego.
• Incremento de la protección sobre determinados tipos de plagas.
• Cosechas más abundantes.
• Posibilidad de esterilizar los sustratos y reutilizarlos en un nuevo cultivo.

Sustratos para los cultivos en hidropónico

Los materiales que se utilizan como sustrato en estos cultivos sin suelo natural deben cumplir una serie de requisitos no solo para que la marihuana crezca sino para que su consumo sea seguro. Antes de elegir el sustrato adecuado ten en cuenta las siguientes características:

• El material debe ser resistente para que no se degrade con facilidad.
• Debe estar libre de microorganismos que pudieran resultar perjudiciales para el consumo humano.
• Es fundamental que retenga la humedad pero que lo haga de manera equilibrada. De otro modo hay riesgo de que las raíces se pudran.
• La oxigenación del material y el espacio que deja para que las raíces se desarrolle es muy importante. Entre las partículas que lo componen no debe haber un hueco mayor de 7 milímetros ni menor de 0.5 milímetros.

¿Qué material es el más recomendable?

El mejor tipo de sustrato para cultivos hidropónicos es aquel con el que el grower se siente más seguro. Hay materiales verdaderamente exóticos como el tezontle (roca volcánica) o el Peat Moss (similar a la fibra de coco). Pero lo más común es encontrarse con los de esta lista:

• Lana de roca: una maraña de pequeñas fibras de roca muy ligeras entre las que las raíces campan a sus anchas.
• Arlita: son unas bolitas también conocidas como arcilla expandida Su pH es neutro y permiten una excelente aireación del cultivo.
• Perlita: silicato de aluminio de origen volcánico, porosa y capaz de mantener la humedad a niveles constantes.
• Fibra de coco: un material versátil que se utiliza en diferentes sistemas de cultivo por su buena relación entre carbono y nitrógeno y la posibilidad de utilizarlo en varios formatos.
• Discos de neopreno: material sintético y resistente con una abertura para que coloques los esquejes. Perfectos para cultivos aeropónicos.