Adolfo Suárez, expresidente de España recientemente fallecido, llamaba la atención, en relación al proceso de transición en España de la dictadura a la democracia, que era necesario convertir en normal políticamente aquello que era normal “a nivel de calle”. En este sentido, los últimos estudios apuntan a que la marihuana forma parte de las vidas diarias de cada vez más personas, una situación que ya lleva a diversos colectivos a plantear la necesidad de hablar a las claras de la normalización y despenalización del consumo del cannabis.
Desde la Organización de las Naciones Unidas se apunta que la marihuana ya es consumida de manera habitual por nada menos que 177 millones de personas. Hasta 225 millones de personas reconocen, de acuerdo con estos datos, fumar o haber fumado cannabis en alguna ocasión.
De acuerdo con algunas informaciones expresadas por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito anteriormente se ha abierto la puerta a discutir la legalización de la marihuana como vía hacia una reducción de los delitos asociados al tráfico de sustancias ilegales. Si bien se contempla el término despenalización, referido a la imposición de multas y castigos frente al consumo o tenencia frente a penas de cárcel, los últimos meses han visto como la percepción de este organismo frente al consumo y cultivo de marihuana ha cambiado radicalmente.
La situación en España
Pese a que las Naciones Unidas no hacen una segmentación por países en su informe relativo al consumo de marihuana, otras fuentes inciden en que la situación en España en relación al número de personas que consumen cannabis de manera regular es similar. Por ejemplo, según el último Observatorio Europeo de las Drogas, España es el país del viejo continente en el que se desarrolla un consumo habitual de marihuana más generalizado. En concreto, el 3,8% de las personas de nuestro país con edades comprendidas entre los 15 y los 34 años consumen marihuana de manera habitual. Como hemos apuntado anteriormente, son muchos los colectivos que llaman la atención sobre la necesidad de normalizar la distribución y cultivo de marihuana.
En este sentido, la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del estado apunta que legalizar actividades como la prostitución o la venta y cultivo de marihuana con fines comerciales generaría unos ingresos de 6.000 millones de euros cada año para la Agencia Tributaria. En el Reino Unido se calcula que la legalización de estas actividades elevaría hasta en un punto porcentual el Producto Interior Bruto Nacional. El Gobierno de los Países Bajos ingresa de media, cada año, 2.500 millones de euros en concepto de tasas e impuestos sobre la prostitución, venta y cultivo de cannabis.
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