Te puede parecer el típico comentario de sabelotodo, pero no es esa nuestra intención. Sin ánimo de ofender al que se dé por aludido, todos hemos sido principiantes en esto del cultivo de la marihuana y a todos nos ha tentado la idea del bueno, bonito y barato.
Por eso podemos afirmar con tanta rotundidad que existen una serie de errores comunes a la hora de ponerse manos a la obra y aunque te parezcan cuestiones de lo más evidentes no viene mal recordar algunas de esas cosas que no hay que hacer si no quieres darles a tus plantas de marihuana un trágico final.
Tabla de contenidos
Errores comunes que pueden acabar con tus cultivos
Lo más habitual es que antes de comenzar tu cultivo de marihuana te hayas empapado un poco con información acerca de lo que quieres hacer exactamente con tus plantas. El tipo de cultivo, de riego, la variedad de semilla que quieres plantar, el tratamiento que necesitan, sus ciclos de germinación, desarrollo y floración y la inversión que necesitas hacer para que todo salga perfecto.
Podría parecer que todo esto es más que suficiente para sacar adelante tus plantas, pero lo cierto es que el cultivo de cannabis (como el de cualquier otra especie) no es una ciencia tan exacta y a medida que tus plantas evolucionan se pueden presentar situaciones que inicialmente no habías previsto.
Tomar decisiones en esos momentos implica asumir ciertos riesgos, sobre todo si no sabes muy bien a lo que te enfrentas. Por ese motivo, si al menos tienes en cuenta este listado de las 6 cosas que no hay que hacer para no matar a una planta de marihuana, al menos estarás prevenido ante esas posibles situaciones que inicialmente no estaban dentro de tus plantes.
Exceso de agua en la planta
Está extendida la creencia de que una planta que es regada todos los días es una planta más sana. Y no nos referimos sólo a las plantas de marihuana. Es uno de esos lugares comunes que se repiten en los hogares de todo el mundo con diferentes versiones. La más habitual es esa de que ‘está bien regarlas todos los días, pero un poquito’.Sin embargo, lo cierto es que la hiperhidratación es una de las principales enemigas de las plantas, especialmente de las de marihuana. En la mayoría de los casos una planta de cannabis que se ve mustia no es por falta de agua sino porque literalmente se está ahogando por exceso de riego. Estas plantas nunca llegarán a florecer: mueren durante la fase de crecimiento, todavía muy jóvenes.
Falta de agua
En el otro extremo y aunque no es tan común como la hiperhidratación, está la falta de agua. Los síntomas son exactamente los mismos que los de una planta que se está regando demasiado. Las consecuencias también. Como veas a una planta mustia, amarillenta y arrugada por falta de agua puedes dar por hecho que le quedan dos telediarios.Son también plantas que se quedan muy pequeñas. Como no tienen agua no tienen nutrientes y no pueden desarrollarse, mucho menos echar su fruto, de manera que no alcanzarán la fase de floración y se quedarán estancadas en su crecimiento. Si detectas tu error a tiempo aún tienes alternativas para salvarlas con una buena alimentación, así que procura estar muy atento.
Agua inadecuada
Y seguimos con cuestiones de agua. Como ves, el tema del riego es fundamental. De hecho podríamos decir sin miedo a equivocarnos que aquí está el motivo por el que más del 70% de las plantas de marihuana no llegan a desarrollarse de la manera adecuada.Se tiende a pensar que cualquier agua es apta para el riego de una planta de marihuana, pero estas especies tan delicadas requieren por tu parte un control más exhaustivo de los niveles de pH y electroconductividad del agua que estás empleando en su riego. Es la única manera de saber si necesitas realizar modificaciones en ella antes de dársela de beber.
Tierra barata
Si has elegido el sustrato orgánico como base de tu cultivo, asegúrate de escoger una buena cama para tus plantas. La idea de comprar sacos de tierra muy baratos en tiendas no especializadas en las que tan pronto puedes comprar tuppers para la cocina como rotuladores para tu sobrina puede ser muy seductora, pero dentro de unos meses, cuando estés a punto de comenzar la cosecha, te arrepentirás de ello.La elección de un buen sustrato no solo es un buen comienzo para tu cultivo. Es una garantía de que tus plantas van a crecer sanas y fuertes. Tus problemas en el futuro se reducirán notablemente.
Sobrefertilización
¡No te obsesiones con el tamaño! Hay algunos growers que en algún momento del ciclo de floración de sus plantas les entra el complejo de abuela y se dedican a cebar a sus planta. Venga a sobrealimentarlas, venga a meterles fertilizantes sin ton ni son con el objetivo de ponerlas más gorditas de cara a sacar unos cogollos más jugosos.Tal vez pienses que hace falta mucho abono para matar a una planta de empacho, pero te sorprendería saber lo rápido que se ve afectado un cultivo cuando te pasas de las recomendaciones del fabricante (que ya de por sí suelen ser superiores a lo que las plantas verdaderamente necesitan, para que utilices más cantidad de producto). Es mejor utilizar menos (incluso un 50% menos) e ir añadiendo poco a poco durante los siguientes días si fuera necesario.
Meter tijera
Pasarse con la tijera cuando no corresponde puede poner en peligro un cultivo. Si en anteriores posts ya hemos explicado la importancia de una buena poda, también hay que tener en cuenta las consecuencias de una mala praxis.Las hojas de una planta de cannabis, su frondosidad, su particular morfología, están ahí por algo: proteger al cogollo y favorecer su crecimiento durante el período de floración. Si te pasas metiendo tijera o haciendo cortes donde no debes, la planta se resiente, la floración se estanca y el cultivo acaba diciéndote ‘Hasta aquí hemos llegado, amigo’.
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