Si uno acude a la página web del FBI y entra en su sección de política de contratación verá como el Federal Bureau of Investigation deja claro que ningún aspirante a entrar en el organismo que haya fumado marihuana en los últimos tres años sería considerado en un hipotético proceso de selección. Sin embargo hay un segmento de su actividad, el relacionado con la vigilancia y la seguridad informática, que está trayendo de cabeza al servicio de investigación. Y es que desde el FBI se reconoce que les está resultando endiabladamente complejo encontrar profesionales de nivel que cubran sus vacantes en el departamento de investigación e informática ya que los mejores del sector consumen “de manera habitual” cannabis.
Ante esta situación los altos mandos del FBI se han replanteado eliminar o hacer más flexible su política sobre contrataciones y uso de marihuana, ya que corrían el riesgo de no poder renovar sus equipos contra el cibercrimen de una manera 100% competitiva. El Congreso de los Estados Unidos ha autorizado al FBI a que contrate a 2.000 empleados a lo largo del presente año. Una parte muy importante de esos 2.000 nuevos empleos se van a dirigir al área de persecución de los delitos informáticos, un departamento al que el FBI concede una gran importancia de cara al futuro y que ha sido objeto de numerosas polémicas (filtraciones, ataques no detectados…) en los últimos años.
El propio cómico y presentador norteamericano Conan O’Brien bromeó al respecto diciendo que “el FBI se ha echado atrás en su política de actuación y ahora va a permitir que se contrate a personal que haya fumado marihuana en los últimos tres años. Cuando les preguntaron las razones acerca del porqué a los altos cargos del FBI contestaron ‘porque no podíamos encontrar a nadie que no hubiera fumado marihuana’ en los últimos tres años’.”
Y es que una encuesta realizada no hace demasiado y publicada por USA Today mostraba como un 7,3% de norteamericanos reconocían consumir regularmente marihuana. De acuerdo con esas informaciones se determina que el consumo de marihuana en los EEUU ha repuntado a un ritmo estable en los últimos 5 años. Más de 15 millones de americanos consumen (con fines medicinales o recreativos) cannabis de manera habitual, lo que nos da una idea del nivel de aceptación (popular) que está recibiendo. Esta es, probablemente, una de las muchas razones que ha forzado al FBI a ser menos estricta en sus encorsetadas políticas de personal.
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