Si hay una organización que, a lo largo de los años, ha sido puesta en el punto de mira por parte de los lobbies y colectivos a favor de la legalización de la marihuana esa ha sido la DEA. En efecto, la Drug Enforcement Administration es una entidad que pertenece al Departamento de Justicia de EEUU y se encarga del control del tráfico y consumo de drogas y sustancias ilegales en los Estados Unidos desde el año 1901.
De acuerdo con una información recientemente difundida por parte del Huffington Post, asociaciones como la Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies acusan a este organismo de frenar durante varios años la investigación relativa a la marihuana medicinal y, así, poner trabas al avance científico en materia de nuevas terapias y medicinas. En efecto, desde esta asociación se apunta que en los años 73, 95 y 2002 la DEA fue conminada a reposicionar la marihuana fuera del grupo (el I) en el que se sitúa, es decir, en el que la relaciona con sustancias tales como la heroína o el LSD que no pueden recibir fondos federales para la investigación científica.
El cannabis se asocia, pues a drogas con unos efectos probados y muy peligrosos para la salud, pese a que en el caso de la marihuana las investigaciones no hayan podido determinar unos efectos más perniciosos para el cuerpo humano que, por ejemplo, el tabaco. En la actualidad son ya 22 estados y el distrito de Columbia los que han aprobado la utilización de la marihuana con fines médicos. Sin embargo, la legislación de los estados es independiente de la federal y, en muchas ocasiones, entra en conflicto con ella llegando a contradecirse.
En este sentido, la labor de apoyo económico y tecnológico a las iniciativas investigadoras en el terreno de la marihuana medicinal queda a expensas de los estados. Por ejemplo, en el caso de Colorado (estado en el que la venta y cultivo de marihuana es legal desde enero), el departamento de salud está proyectando la inyección de unos nueve millones de dólares en ayudas para la investigación de aplicaciones medicinales del cannabis. Y es que en este estado el impacto económico y social de la legalización de esta actividad está siendo enorme.
En los primeros seis meses del año, las actividades relacionadas con la venta legal de marihuana en Colorado han reportado nada menos que 11 millones de dólares en concepto de impuestos y tasas.
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