Berkeley, una ciudad situada en la bahía de San Francisco, siempre se ha caracterizado por ser un islote de progresismo en un país como EEUU. Además de ser el lugar de nacimiento de dos grandes de la música rock como John y Tom Fogerty, Berkeley es la cuna de una de las más prestigiosas universidades del mundo, lugar de nacimiento del movimiento Free Speech movement (inicialmente orientado a que se levantara el veto al activismo político en la Universidad), foco opositor a la guerra de Vietnam y, en general, lugar alternativo a la propia San Francisco de reunión durante los años del Hippysmo.
Ahora parece que la ciudad va a dar un nuevo paso en su trayectoria de progresismo. Y es que una ordenanza municipal promovida por el alcalde de la ciudad va a pedir a los establecimientos de venta y distribución de marihuana terapéutica que destinen, al menos, el 2% de sus reservas de cannabis de uso medicinal a aquellos ciudadanos de la localidad que, aún necesitándolo, no tuvieran suficientes recursos para adquirirlo.
Un acto de generosidad y civismo
Todo ciudadano cuyos ingresos netos anuales no superen los 32.000 dólares (algo más de 24.700 euros) podrá beneficiarse de este cannabis gratuito. Como se apunta en esta noticia, la medida empezará a aplicarse a partir del mes de agosto del próximo año. Tom Bates, alcalde de la localidad, ha señalado que “se oyen casos de personas que necesitan de esa marihuana terapéutica pero que, sin embargo, no tienen dinero suficiente… hay personas muriendo de cáncer sin recursos”. Por supuesto, la medida no ha dejado indiferente a nadie en la ciudad, ni a distribuidores, ni a los grupos que se oponen a cualquier cosa relacionada mínimamente con la marihuana.
Para evitar una posible picaresca por parte de los establecimientos de distribución de marihuana medicinal, la ordenanza municipal establece la obligación de que la marihuana que se le venda a las personas con bajos ingresos sea de la misma calidad que la que se comercializa y distribuye para el público general.
Una larga tradición de aperturismo
California fue el primer estado del país de las barras y las estrellas en legalizar el cannabis con fines medicinales, ya en el año 1966. Desde entonces, otros 22 estados del país (además del distrito de Columbia) han hecho lo propio. Tom Bates ha señalado, al hilo del debate que ha surgido por la ordenanza municipal, que si esta medida “lleva a la futura legalización” de la venta, consumo y cultivo de marihuana con fines recreacionales, “bienvenido sea”.
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