La Global Comission on Drug Policy es una entidad integrada por políticos, antiguos líderes mundiales, empresarios, filántropos y comunicadores, cuyo objetivo es abrir un debate global en torno al denominado ‘consumo de drogas’, favoreciendo la información y la investigación y, asimismo, descriminalizando estas cuestiones para situarlas en el ámbito de la salud pública y la seguridad de los ciudadanos.
Esta comisión, de la que forman parte personalidades tan diversas como el millonario y empresario Richard Branson o el antiguo Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Anan, o el que de 1994 a 2002 fuera presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, se plantea trasladar a los líderes mundiales, durante la sesión especial sobre drogas de la próxima Asamblea de las Naciones Unidas (a celebrarse en el 2016), la necesidad de replantear el escenario de la ‘lucha contra la droga’ huyendo de las “posturas más represivas” en favor de la investigación y el conocimiento.
En lo que respecta a la posición de la comisión acerca de la marihuana, se recalca que “se puede aprender mucho de los éxitos y fracasos de la regulación de sustancias como al alcohol, el tabaco y las medicinas”. En este sentido, la Global Comission on Drug Policy aboga por “permitir y fomentar” experiencias relacionadas con un acceso legal “pero restringido” a sustancias como la marihuana.
Los portavoces de esta comisión creen que “la manera más efectiva de reducir los efectos perniciosos del régimen global prohibicionista para avanzar en materias de seguridad y salud pública es controlar el consumo de estas sustancias a través de su regulación legal”.
Desde esta comisión de líderes de opinión se han establecido una serie de puntos y recomendaciones: reorientar las políticas antidroga de manera que se ponga la salud pública y la seguridad en primer plano, asegurar la investigación y el acceso a medicamentos eficaces y legales (caso de la marihuana terapéutica), dejar de criminalizar a los ciudadanos por consumo, posesión o cultivo de marihuana y otras sustancias (además de abandonar la tendencia “compulsiva” de obligar a estas personas a someterse a tratamiento), buscar alternativas al encarcelamiento, reducir el poder de las organizaciones criminales y estudiar la experiencia obtenida en mercados donde se ha regulado el consumo de ciertas sustancias.
Desde esta comisión se ve la próxima sesión especial sobre drogas de la Asamblea de las Naciones Unidas como una oportunidad de abrir la discusión y recabar nuevas ideas y recomendaciones desde distintos puntos de vista.
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