“¡A la mierda!, ¡lo dejo!”. En algún momento de nuestra vida, todos hemos querido decirle algo parecido a un jefe, en algún trabajo. Pocas veces, sin embargo, hemos tenido el coraje de pasar de los pensamientos a los hechos. La periodista Charlo Greene lo ha hecho y, además, por una causa en la que cree. La reportera del canal KTVA, de la localidad de Anchorage, en Alaska, pronunció esas palabras durante la presentación en la que se suponía que tenía que dar paso a un reportaje sobre la legalización de la marihuana en Alaska.
La periodista, visiblemente molesta con el sesgo de la información (contrario a la apertura del debate y claramente partidista), no pudo continuar con su entradilla y estalló en pleno directo. “Todo lo que acaban de escuchar es la razón por la que yo, la actual propietaria del Alaska Cannabis Club, voy a dedicar toda mi energía a partir de ahora a luchar por la libertad y la justicia, algo que comienza con la legalización de la marihuana aquí en Alaska”.
Tras su ‘salida del armario’ como propietaria de un club de fumadores de cannabis y negocio de venta de herramientas y accesorios, añadió inmediatamente “respecto a este trabajo, no es que ahora [ndr: después de haber dicho lo anterior] tenga demasiadas opciones pero, ¡a la mierda, lo dejo!”.
Tras su alegato pro-legalización de la marihuana en Alaska, la dirección del informativo dio paso a la presentadora, la cual difícilmente pudo mantener la compostura. Pocos días después de su salida de la KTVA, Charlo Greene explicó en un vídeo publicado en Youtube que “siempre llega un momento en la vida en la que tenemos que decidir si continuar como espectadores o levantarnos para luchar por lo que es correcto”.
Green recalcó que “abogar por la libertad y la justicia debería ser tarea de todos, yo voy a convertir ese objetivo en mi vida, para defender lo que América representa realmente: vida, libertad y la búsqueda de la felicidad, unos ideales que ahora es necesario proteger”.
En Alaska, la posesión de marihuana para uso personal, en cantidades superiors a los 20 gramos, sigue siendo, en la actualidad, un delito penado con cárcel. Una iniciativa de Ley, que se votará coincidiendo con las próximas elecciones, busca permitir la posesión de 21 gramos de cannabis a los mayores de 21 años y, asimismo, el cultivo de marihuana de seis plantas como máximo. En la actualidad, las encuestas muestran un apoyo popular y ciudadano a la legalización en Alaska (para fines medicinales y recreativos) del 55%.
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