Un dulce embriagador

En anteriores ocasiones os hemos hablado de las posibilidades de la marihuana como ingrediente de diferentes platos. Las semillas de marihuana y otros productos derivados del cannabis pueden emplearse en la cocina para la elaboración de guisos, aceites o postres. Asimismo, también os hemos mostrado las razones por las que fumar marihuana suele darnos tanta hambre, pues determinados receptores del bulbo cerebral responsable del olfato incrementan la experiencia olfativa al reaccionar con el THC, creando la misma sensación que el cuerpo experimenta cuando tiene hambre.

Y, curiosamente, es habitual que la sensación de hambre que se experimenta después de fumar cannabis esté particularmente centrada en el deseo de ingerir alimentos dulces. Pues bien, una empresa de California parece haber encontrado con la clave para juntar, como suele decirse, lo mejor de ambos mundos.

Y es que la compañía Kiva, lanza una serie de chocolates a base de marihuana que, en sus propias palabras, son “potentes, consistentes y agradables de tomar”. Desde hace casi 5 años, la empresa ha desarrollado una docena de variedades de chocolate a partir de semillas de marihuana y otros productos derivados del cannabis. El objetivo inicial de los fundadores de Kiva, que ya ha alcanzado una base de clientes sólida en cientos de dispensarios de marihuana terapéutica en el estado de California, era combinar la sencillez de consumo y el sabor de un producto como el chocolate con las propiedades medicinales del cannabis.

De este modo, entre los más de 30 trabajadores de la empresa no sólo se encuentran maestros y artesanos chocolateros, sino también personal con experiencia médica y en el terreno del análisis, que se encargan de testar y analizar las propiedades de las diferentes variedades, productos o semillas de marihuana que se emplean a la hora de producir sus barritas y tabletas.

Férreo control de la calidad

Desde la empresa Kiva se apunta que el control de calidad desarrollado para sus productos comienza en la propia plantación y termina en el momento en el que sus chocolates de marihuana se emplazan en los estantes del dispensario. La compañía controla que los productos que se emplean en la elaboración de sus dulces estén completamente libres de pesticidas, fungicidas y otros productos químicos similares.

Otra de las ventajas de estos productos, en este sentido, es que los celiacos más golosos pueden hacerse con ellos sin problema, ya que los chocolates Kiva son libres de gluten.