Italia es una de las economías fuertes de la Unión Europea, y uno de los ‘huertos’ del viejo continente. El clima del país mediterráneo hace de sus olivos, y productos de la huerta en general, exportaciones de primer orden.
De acuerdo con las estimaciones de la asociación agrícola Coldiretti, una de las principales del país transalpino, la distribución y cultivo de marihuana con finalidad terapéutica podría convertirse en un nicho de crecimiento para la economía italiana. Según los datos que maneja la asociación, este sector de actividad podría crear unos 10.000 puestos de trabajo en el castigado campo italiano, para dar salida a una producción que en el mundo mueve cerca de 1,5 billones de euros.
El cultivo de marihuana medicinal se ha incrementado en todo el mundo de manera exponencial en los últimos años, curiosamente, los más virulentos de la crisis económica. En apenas tres años la producción de cannabis destinada a la investigación o el tratamiento de enfermedades ha pasado de 24 toneladas a casi 80.
A principios de los años 40, de hecho, el país fue uno de los principales productores de todo el mundo de cannabis sativa, con miles de hectáreas dedicadas a la producción. Sin embargo, posteriores gobiernos y legislaciones impusieron restricciones sobre el cultivo de la marihuana para cualquier finalidad.
Desde el año 2007, la utilización de cannabis con finalidad terapéutica está legalizada en Italia. Sin embargo, la gran cantidad y complejidad de trámites administrativos ligados a su importación, así como el precio que tenían que pagar los pacientes, ha hecho que tanto la producción de cannabis como su utilización medicinal o de investigación no termine de calar en el país. La propuesta que acaba de poner sobre la mesa Coldiretti buscaría, por un lado, fomentar la investigación en torno a la marihuana, fomentar la actividad en el campo italiano y, asimismo, garantizar al menos el consumo interno, para que los pacientes con necesidad de adquirir marihuana medicinal de manera regular puedan hacerlo sin enfrentarse a sobre costes excesivos.
De acuerdo con las estimaciones de esta entidad, más del 60% de los ciudadanos de Italia ven con buenos ojos la producción de cannabis medicinal.
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