La extracción de resina de la planta de cannabis es todo un arte que practican muchos autocultivadores con los restos que quedan después de manicurar su cosecha, aunque también hay algunos a los que les gusta tanto que utilizan los cogollitos más pequeños o a veces incluso toda la cosecha completa.
Muchos de estos auto cultivadores se han dado cuenta de que con un pequeño esfuerzo se puede obtener un gran rendimiento de los restos hojas que se producen en el manicurado de la cosecha y que en otras ocasiones han desaprovechado y han acabado en la basura. La concentración de glándulas de resina de estos restos de la cosecha es sensiblemente menor que en los cogollos, pero no es para nada despreciable, ya que utilizando alguno de los métodos disponibles para la extracción de resina se puede conseguir un hachís insuperable.
Este hachís casero suele tener una alta concentración en cannabinoides como THC, CBD, CBN, etc…, por lo que sus efectos normalmente son más potentes que los de la marihuana de la que procede. Pero ¿Cuáles son los mejores y más utilizados métodos de extracción de resina?
Métodos tradicionales de extracción de resina
Uno de los métodos más conocidos de extraer la resina es el clásico apaleado, este método es muy sencillo y se utiliza mucho en Marruecos, se trata de colocar una malla fina para cribar el hachís encima de un balde o cubo, se colocan los cogollos encima de la malla y se cubre firmemente con un plástico para que no se escape nada. Una vez que tenemos esto preparado se cogen dos varas y se apalea (de aquí viene el nombre) durante un buen rato hasta conseguir una buena cantidad de hachís. Este método tiene el inconveniente de que cuando se apalean las plantas no solo se desprenden las glándulas de resina, así que si se apalea demasiado se rompen pequeños trozos de materia vegetal que se mezclan con el hachís y restan pureza al producto final.
Otro método muy conocido y utilizado para la extracción de resina es el que se utiliza para conseguir el charas (hachís elaborado a mano), esta extracción se realiza antes de cosechar las plantas, cuando todavía están «vivas», para ello se pasan las manos por los cogollos para que la resina se quede pegada hasta conseguir una buena cantidad que se recoge rascando con paciencia, parece sencillo, pero es complicado ya que el objetivo es recoger solo resina, evitando las impurezas y la materia vegetal.
Si está bien recolectado este hachís tiene una gran pureza y un color oscuro muy característico, es típico de las regiones de Pakistán, la India y de la zona del Himalaya, donde habitualmente se cultivan variedades sativas, por lo que este hachís suele ser bastante psicoactivo.
Métodos actuales para la extracción de resina
El método más sencillo y que más se suele utilizar entre los autocultivadores es la extracción de resina en seco, para ello se deja secar tranquilamente la materia vegetal, cuando está seca se mete en el congelador (con el frío los tricomas se separan mucho mejor), una vez que se enfría lo suficiente se utilizan cribas o tamices que habitualmente tienen un paso de 140/160 micras para separar el hachís de calidad.
La forma más sencilla de obtener hachís en seco es utilizar un grinder con rejilla para el polen, estos grinders tienen una rejilla en la parte inferior que deja pasar el polen cuando grindas tus cogollos, de esta manera puedes ir acumulando un poco de hachís cada vez que te haces un porro.
Si tienes poca cantidad de materia vegetal o quieres hacer tus primeras pruebas en el mundo de las extracciones, lo mejor es utilizar una Hash Shaker, esta sencilla herramienta te permite hacer tus pequeñas extracciones fácilmente, si tienes más cantidad de materia vegetal lo más aconsejable es utilizar una Pollinator, que tiene más capacidad, esta herramienta tiene un tambor echo con el tamiz movido por un pequeño motor en el interior, así que se introducen los restos de la cosecha bien fríos en el interior del tambor y se hace girar para que el movimiento separe los tricomas.
Otro método muy extendido entre los autocultivadores es la extracción de hachís con agua, en este método también se deja secar la materia vegetal y se enfría para favorecer la separación de los tricomas, pero en este caso los tamices que se utilizan son de varias medidas, desde 200 micras a mallas de 20 micras para recoger y separar los tricomas con distintas medidas y calidades.
Para realizar esta extracción de resina se utiliza una lavadora, en la que se mete la materia vegetal con agua y hielo (cuanto más frío mejor se realiza la extracción), esta lavadora centrifuga la mezcla para separar los tricomas que se mezclan con el agua, después se pasa el agua a través de los tamices y de esta manera se recupera el hachís fácilmente y con gran efectividad.
Es muy importante dejar secar bien el hachís que se extrae con agua, ya que si lo compactamos antes de que se seque puede pudrirse y echarse perder, y con lo que cuesta conseguirlo esta no es una opción.
Últimamente también están teniendo mucho éxito las extracciones caseras de BHO (Butane Hash Oil) que están basadas en las propiedades disolventes del gas butano para obtener una concentración de resina muy alta. Si quieres saber más sobre este método para la extracción de resina puedes echar un vistazo al artículo que le dedicamos en nuestro blog a este tema, Extracción de BHO (Butane Hash Oil).
Nos despedimos ya, no sin antes recordarte que si tienes más preguntas sobre la extracción de resina o sobre otros temas del auto cultivo que te gustaría que tratásemos en nuestro blog no dudes en comentárnoslo, tus aportaciones son muy importantes para nosotros.
Deja un comentario