La distinción entre cáñamo y marihuana no es tan extrema como muchos podrían pensar ni tan sutil como popularmente se cree. Si bien es cierto que los dos términos hacen referencia a una misma planta, el Cannabis Sativa, cada uno de estos conceptos se refiere a una variedad con unas características y usos particulares.
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¿Por qué existe cierta confusión entre el cáñamo y la marihuana?
Podría parecer sólo una cuestión de conceptos, pero es algo más qué eso. Al hablar de marihuana están implícitos ciertos componentes de tipo social y cultural que en gran medida están relacionados con aspectos prejuiciosos acerca de la planta del cannabis.
La marihuana es un concepto que proviene del argot mexicano y que se utilizaba para referirse a una variedad de la planta original caracterizada por una mayor concentración de tetrahidrocannabinol (THC) mientras que el cáñamo había sido tradicionalmente una planta cultivada de manera legal en todo el mundo para la obtención de materias primas que con posterioridad se utilizaban en la fabricación de ropa, papel o cuerdas.
¿Y qué es eso del tetrahidrocannabinol?
Detrás de este nombre tan complejo y más comúnmente conocido como THC se esconde la sustancia química psicoactiva que hace que fumar marihuana produzca efectos tan placenteros en el organismo.
Ahora bien, ¿el cáñamo y la marihuana tienen el mismo porcentaje de THC? Por supuesto que no. Aún procediendo de la misma planta se trata de dos especies con genética diferente.
Las plantas de marihuana tienen una alta concentración de THC que es la responsable del subidón que provoca su consumo. En base a estos porcentajes de concentración de THC se ha establecido una distinción entre el cannabis de uso industrial (lo que sería propiamente el cáñamo), el de uso medicinal y el de uso recreativo.
En algún momento de la historia algunos países (principalmente Estados Unidos) empezaron a ponerse un poco nerviosos con este tema de los psicoactivos y optaron por prohibir de manera indiscriminada cualquier manifestación de cannabis hasta tal punto de que durante un tiempo el cáñamo de uso industrial entró en el saco de las sustancias prohibidas.
Un simple análisis de la composición de la planta revela de manera inmediata si realmente su consumo tiene algún efecto sobre el organismo o si, como en el caso del cáñamo, la concentración de THC es tan baja que poco puede aportar al consumo personal.
Diferencias más relevantes entre el cáñamo y la marihuana
Los niveles de THC no son la única característica que diferencian a estas dos plantas. En realidad existen muchas particularidades tanto a nivel morfológico como de uso con las que es posible entender que se trata de dos productos diferentes.
- Contenido CBD (cannabidiol): el cannabidiol representa hasta el 40% de la composición de una planta de cannabis. La principal diferencia frente al THC es que al contrario que este el CBD es una sustancia antipsicoactiva. Las plantas de cáñamo registran unos niveles altos de cannabidiol con respecto a las de marihuana mientras que la concentración de THC es apenas perceptible. Esto explica claramente por qué unas se utilizan con fines recreativos y las otras no sirven para fumar.
- Morfología de la planta: visualmente estos dos tipos de plantas son muy diferentes. El cáñamo puede alcanzar hasta 5 metros de altura ya que lo que prima es la obtención de materia prima: aceites, fibras y celulosa que a nivel industrial tiene múltiples usos. Los tallos en estos casos son más espesos y menos huecos, no tienen tantas ramas como las plantas de marihuana y apenas presentan flores.
- Cultivo: las condiciones en las que se cultivan estas dos variedades de cannabis son muy diferentes. Partiendo de la base de que su producción responde a usos distintos es de entender que también su cultivo se tenga ciertas particularidades. En los cultivos de cáñamo crecen plantas macho y plantas hembra mientras que en las de marihuana se plantan las hembras y a cierta distancia algún macho (si lo hubiera). Muchas veces se arrancan los machos para evitar la polinización: de esta manera se obtiene una planta con más flores y cogollos sin semilla, justo lo que el usuario demanda para fumar.En las producciones de cáñamo (más espesas, con plantas en concentración y presencia de machos y hembras) los cultivadores permiten la polinización ya que la semilla es una de las partes más atractivas de la planta desde el punto de vista del consumo: sirve para producir aceites y además es comestible. Por este motivo, más de una treintena de países en el mundo, entre ellos España, permite el cultivo industrial del cáñamo.
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