Breeders, el arte de crear la mejor genética de marihuana

Cualquier artista necesita encontrar su estilo. Esos rasgos que lo diferencien de los demás y que le permitan disfrutar de su propio espacio. Al igual que en otras disciplinas artísticas alcanzar esa identidad genuina en un ámbito como el del cultivo de la marihuana no es una tarea precisamente sencilla.

Las principales variedades de cannabis (sativas, indicas y el resto de subespecies) son la materia prima de sus creaciones. La genética su herramienta de trabajo. Y la originalidad una máxima que les incita a seguir experimentando hasta conseguir la semilla perfecta. Viajeros, aventureros y grandes visionarios que están en el origen de los cultivos de marihuana modernos.

¿Alguien duda de que esto es un arte?

Seamos justos. Tus dotes como cannabicultor pueden ser espectaculares pero quienes están detrás de tu sabrosa cosecha de marihuana son los breeders. Ellos son los verdaderos artistas. Los que con sus conocimientos y sus habilidades han conseguido que una simple semilla se transforme en una marca de identidad.

Para convertirse en un gran breeder hace falta conocer mucho acerca del cultivo de la marihuana y de sus variedades. Pero como en cualquier arte, el instinto y la intuición son determinantes. Mucho estudio y mucha dedicación han hecho falta para que puedas disfrutar de unos resultados tan sabrosos. ¿Te atreves a convertirte en el próximo gran nombre de los cultivadores?

3 nombres que no deben faltar en ninguna lista

La fama les precede pero no es por casualidad. Estos tres personajes (y nunca mejor dicho, porque sus vidas son casi de película) han pasado a la historia del cultivo de la marihuana por sus increíbles dotes creando nuevas cepas.

Neville Schoenmakers

¿Te suena este nombre? Por supuesto. No podía faltar en este podio de grandes breeders de la historia de la marihuana. Nació en Australia, pero sus padres eran holandeses y por eso de que la tierra tira el muchacho no solo regresó a su país sino que se interesó por una de las actividades que más de moda estaban por aquellas latitudes: el cultivo de marihuana.

Fue el creador del primer banco de semillas holandés, The Seed Bank, un proyecto que acabaría convirtiéndose en Sensi Seeds tras su fusión con Ben Dronkers. Antes de ser detenido por la DEA estadounidense por sus problemas con la ley, logró hacer algunos experimentos. Incluso se dice que fue el único cultivador que en algún momento estuvo en posesión de la emblemática G13. Pero sería a su regreso a Holanda (escapando casi por los pelos) cuando haría sus mayores aportaciones en colaboración con Green House y Mr. Nice. A este genio de la marihuana le debemos algunos clásicos como la Silver Haze y la Super Skunk.

Sam The Skunkman

Su nombre real es David Watson, pero en ocasiones los dos pasan igual de inadvertidos. Sin embargo, si te decimos que este es el creador de Cultivator’s Choice las cosas te empezarán a resultar un poco más familiares.

Claro que nos estamos remontando muchas décadas atrás, hacia el comienzo de los bancos de marihuana tal como hoy los conocemos. Pero si quieres saber hacia dónde evoluciona el futuro de los growers, tendrás que conocer mejor su pasado.

Aquí tenemos a otro de los grandes. Un personaje un tanto controvertido. Y es que la innovación, la popularidad y el buen hacer a veces no pueden escapar de la polémica. Sam The Skunkman es para muchos el creador de los principales híbridos que hoy se encuentran a la venta. Él mismo ha tenido que pelear en muchas ocasiones por la autoría de estos cruces, por eso sus aportaciones siempre han sido motivo de discusión.

También ha sido una cuestión de identidad. ¿Alguien le ha visto la cara a este tipo? Apenas se tiene información personal sobre él pero se sabe que ha sido el artífice de importantes proyectos como Sacred Seeds y que tras su aterrizaje en Holanda a mediados de los 80 con Cultivator’s Choice sus creaciones han sido todo un triunfo: Hawaian Indica, Skunk#1, Early California… Dicen las malas lenguas que desde hace tiempo Sam The Skunkman colabora con la DEA, pero ya se sabe que la genialidad casi siempre viene envuelta en leyenda.

Ben Dronkers

Otro de los grandes apasionados del cultivo de cannabis cuyo nombre no necesita presentación. Este viajero empedernido ha recorrido medio mundo en busca de las especies más originales. Un espíritu entusiasta que lleva 30 años dedicado a la marihuana con una marca por todos conocida: Sensi Seeds.

Parte de su éxito se lo debe, sin embargo, al enigmático Sam The Skunkman. Fue con la llegada de este a Holanda y con el amplio catálogo de semillas que traía en la maleta y que acabaría comprando Neville cuando los híbridos de Dronkers empiezan a despegar. La Black Domina, la Big Bud o la Mother’s Finest están entre las variedades mejor posicionadas en el ranking mundial.

Su pasión por la marihuana lo llevó a crear un museo y unos premios que reconocen la labor de todos aquellos que apoyan el cultivo de la marihuana y la aceptación de su consumo como una práctica beneficiosa. Actualmente reside en Malasia y ha delegado la gestión de su imperio a su hijo Alan.