No hay que tener una nariz experta para detectar a la legua el olor a marihuana. Es un aroma tan característico que no pasa inadvertido y mucho menos si procede de un cultivo de interior, por pequeño que sea. Esto puede acarrearte algunos problemas como cultivador incluso en el caso de que no tengas vecinos, por lo que es conveniente que cuando empieces a cultivar tus plantas tengas pensado un buen filtros de carbon activo en la medida de lo posible estas fragancias tan intensas.
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Eliminar olores no es perder calidad
Una de las partes más atractivas de la marihuana es su olor. Lo que sucede es que cuando juntas varias plantas de cannabis incluso los amantes de esta especie pueden sentirse un poco saturados por su intenso aroma. Eso por no hablar de los vecinos y las consecuencias que podría acarrearte el hecho de que descubran (como dice la canción) a qué dedicas el tiempo libre.
Por suerte existen muchas maneras de camuflar ese olor antes de que salga de tu espacio de cultivo e invada lugares menos apropiados. Se trata por supuesto de un proceso que no afecta en absoluto a tus plantas ni a la calidad de la cosecha, que seguirá manteniendo su aroma y su sabor cuando llegue el momento de fumarse el fruto de tanto trabajo.
Acabar con el olor a cannabis en cultivos pequeños
Es una inversión económica más que añadir a la lista, pero en definitiva es otra parte fundamental del sistema de cultivo y sin duda le vas a dar mucho uso, así que no tardarás en amortizarla. Si estudias bien las diferentes opciones existentes en el mercado y eliges con criterio es uno de esos desembolsos de los que no te arrepentirás.
1. Filtros de carbón
Son probablemente el sistema preferido por los cultivadores expertos. Realmente funcionan como depuradores de aire y son verdaderamente efectivos, si bien es cierto que es importante invertir en un material de calidad y que ofrezca garantías de que no se van a producir escapes en el sistema de extracción, pues en ese caso el efecto sería precisamente el contrario al deseado.
Los filtros de carbón activado están preparados para acoplarse al sistema de extracción de un cultivo de marihuana. Son unos cilindros recubiertos de una malla o camisa formada por microporos que dejan pasar el aire pero retienen las partículas que contienen el olor. Mediante un proceso químico que se inicia al contacto con el carbón activado esas partículas se desintegran y en consecuencia el olor desaparece.
Los filtros suelen tener una vida útil de año y medio y eliminan prácticamente el 100% de los olores. Una solución perfecta, aunque implica tener un buen sistema de extracción y eso eleva bastante los costes del cultivo.
2. Neutralizadores de olores
Al contrario que los filtros de carbón activado, un neutralizador de olor no anula por completo el aroma de la marihuana sino que, como su propio nombre indica, lo neutraliza. Por este motivo son una opción mucho más económica que la de los filtros ya que no requieren de ninguna instalación adicional. Normalmente se venden en botes de gel, perlas o aceites. Al abrir el envase el intenso olor de estos productos se confunde con el del cannabis de tal manera que uno consigue neutralizar al otro (como los poderes de los Pokémon).
Como habrás podido imaginar, el aroma de estos productos es bastante potente. Están fabricados a base de aceites esenciales concentrados que son capaces de actuar contra un amplio espectro de olores orgánicos entre los que está incluido el de la marihuana. La forma más recomendada de utilizarlos es aplicándolos sobre una bandeja y dejándolos cerca de las plantas para que el aroma se expanda por la zona de cultivo y actúe sobre los demás olores.
3. Remedios caseros
Por supuesto también hay una serie de remedios caseros que te pueden sacar de un apuro. Si únicamente tienes una plantita de marihuana es posible que te apañes bien con una de estas soluciones de andar por casa y puedas aprovechar eso que te ahorras en algo más inmediatamente necesario para tu cultivo.
- Vinagre: un vaso de vinagre en el armario de cultivo puede hacer que el espacio en el que tienes las plantas huela más a vinagre que a marihuana. Es un olor bastante menos agradable, pero también te traerá muchos menos problemas. No olvides cambiarlo cada dos o tres días. Y recuerda que si tienes más de dos plantas es probable que no consigas hacer demasiado con este invento salvo tener una extraña mezcla de cannabis a la vinagreta.
- Esencia de vainilla: es un olor más agradable, más dulce. Para camuflar el olor de una planta puede venir bien (también para preparar un bizcocho para el desayuno). Calienta durante unos segundos en el microondas una cucharada de aceite y una de esencia de vainilla disueltas en medio vaso de agua. Deja el vaso cerca de tu planta y repite la operación varias veces al día o cuando notes que el olor de cannabis supera al de la vainilla.
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