Alcanzar un cierto nivel de experiencia como cultivador implica, entre otras cosas, el deseo de afrontar nuevos retos. A estas alturas ya tienes unos conocimientos tan amplios del cultivo de marihuana y de lo que ello entraña que probablemente te empiece a picar el gusanillo con hacer experimentos que vayan más allá de probar con un determinado tipo de abono, un sistema de riego o un método de iluminación.
Uno de los pasos más habituales cuando ya tienes dominado todo este tipo de técnicas es el de apostar por crear tu propio banco de semillas con las mejores muestras de tus anteriores cosechas. Conseguir tus propias semillas de cannabis es un proceso que requiere de cierta habilidad pero que te va a permitir tener siempre una reserva con lo mejor de tus cosechas para volver a replantar y a disfrutar de tus variedades de marihuana favoritas en el futuro.
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La generación de semillas de marihuana
En la teoría el proceso es muy sencillo. Hay plantas de marihuana macho y plantas de marihuana hembras. Las dos tienen unas flores (cogollos) con una morfología muy parecida, solo que las hembras son las únicas que están provistas de semillas preparadas para ser polinizadas por los machos.
¿Qué diferencia hay entre un cultivo del que queremos obtener semillas y uno del que no? La diferencia es abismal. En un cultivo únicamente destinado a la cosecha ya te habrás preocupado bien de eliminar las plantas macho para evitar la polinización de las hembras. Cuando las hembras no son polinizadas mantienen un proceso de floración que suele durar entre 6 y 10 semanas en los que la planta se llena de esos cogollos tan jugosos y aromáticos que terminarás fumándote tras la cosecha.
Sin embargo, cuando en el cogollo hay semillas estas le dan un sabor bastante desagradable al porro que te quieras fumar y tendrás que ir apartándolas. De ahí que sea tan importante arrancar las plantas macho de la cosecha en cuanto las identifiques, como ya hemos visto en otras entradas de este blog.
Pero si quieres guardar semillas de tus variedades favoritas para próximas cosechas necesitas pasar por este proceso de polinización y, por lo tanto, tendrá que haber algún macho rondando a tus hembras. Lo que puedes hacer, a modo experimental y para no tener que someter a este trance a toda tu plantación, es apartar dos ejemplares, un macho y una hembra, durante unos días, para asegurarte que se produce la polinización y luego acabar con el macho.
Aquí podemos ver un video explicativo del youtuber cannábico Makapeta en el explica cómo se hace el proceso:
Todo es una cuestión de genética de la marihuana
Con lo que ya hemos visto te ha quedado claro lo obvio, que para la obtención de tus propias semillas de marihuana necesitas unos progenitores. Nuestra recomendación es que te tomes tu tiempo a la hora de hacer esta selección porque al fin y al cabo de ella depende la calidad de las semillas que obtengas y de tus futuros cultivos. Así que aquí tienes algunos aspectos en los que deberías fijarte al elegir quiénes van a ser papá y mamá:
- Las plantas más robustas y las más resistentes.
- Las que hayan enraizado de manera más rápida.
- Las que ofrezcan una mejor respuesta a la luz.
- Las que germinaron antes.
- Las que mostraron una mayor floración, bien fueran hembras o machos.
Tanto si es tu primera experiencia en la extracción de tus propias semillas de marihuana para futuras cosechas como si ya has realizado este proceso anteriormente, debes saber que los cruces de variedades puras no son muy recomendables. Siempre es mejor optar por los híbridos porque ofrecen mucha más estabilidad. A la larga una semilla pura se va debilitando y para asegurar su proceso evolutivo tarde o temprano vas a tener que cruzarla con otra variedad que no lo sea. De manera que si quieres ahorrarte este paso desde el principio, a la larga te resultará mucho más sencillo mantener un cultivo estable.
Otro aspecto a tener en cuenta es el tipo de semillas que debes utilizar. Para buscar al padre siempre es mejor una semilla regular. Puedes obligar a que sea una cosecha más masculina si plantas las semillas más juntas, no las riegas en exceso y utilizas muy poco fertilizante. Aún así tendrás que estar pendiente de las plantas que salen con sexo femenino o hermafroditas. En el caso de las madres, lo más fácil es recurrir a las semillas ya feminizadas.
Una vez que ya tienes seleccionados a los progenitores puedes dejar que la naturaleza siga su curso o puedes trabajar tú también en el proceso de polinización para asegurarte de que vas a conseguir todas las semillas que quieres. Entre los trucos más habituales para ellos están:
- Envolver las plantas macho, cuando estén a punto de madurar, con papel transparente tipo celofán. Durante la floración el polen se quedará pegado en el papel y posteriormente, con un pincel y mucha paciencia, se reparte el polen sobre los cogollos de la madre.
- Polinizar las flores de una planta madre obtenida mediante el uso de esquejes.
- Guardar un racimo de flores macho y uno de flores hembra al final de la floración cortado en ángulo de 45º. Verter el polen de las flores macho en un vaso de agua destilada y colocar la ramita del cogollo hembra en el vaso sin que se moje el fruto. Dejarla a oscuras un par de días para que se complete la polinización.
¿Y qué hacer cuando la semilla ya ha sido polinizada?
Te darás cuenta de que se ha completado la polinización cuando veas semillas en el cogollo de la hembra que van adoptando diferentes colores. Primero un poco verdosos y tiernos y cada vez más secos y oscuros.
No dejes que se sequen demasiado antes de hacerte con ellos. Lo ideal es que dejes que las flores maduren un poco y que entonces cortes los brotes con las semillas y los pongas a secar aparte.
A partir de los 2 meses ya podrás plantar esas semillas de cannabis, pero hasta entonces tendrás que almacenarlas en un lugar oscuro y seco, a una temperatura estable en torno a los 10 grados. En las condiciones adecuadas unas semillas bien conservadas pueden aguantar hasta 7 años antes de que las plantes, aunque lo más habitual es hacerlo durante los dos años siguientes a su extracción.
Yo dice
Hola! Mi planta es Hermafrodita, es la primera vez que siembro pero me ha salido bastante bien. Lo que quiero saber es si le puedo sacar las semillas yo misma antes de que termine su periodo de floración ya que algunas semillas se le están cayendo!
Yervagüena Grow Shop dice
Hola Yo
Las semillas van madurando poco a poco, así que es normal que algunas ya se puedan recoger antes de que la planta termine su periodo de floración y que otras todavía no estén preparadas.
Suerte con el cultivo y un saludete de Yervagüena Growdeluxe.
Isobel dice
Hola tengo algunas dudas y no se si quizás podrian ayudarme. Se puede hacer algun tipo de extraccion de una planta con semillas?. Se podria congelar una planta con semillas antes o despues de secarla (los cogollos enteros antes de extraerles las semillas?
Yervagüena Grow Shop dice
Hola Isobel
Perdona por no contestarte antes. Se pueden hacer extracciones de plantas con semillas, normalmente tienen menos principios activos, ya que dedican parte de su energía a desarrollar las semillas y no se centran en generar resina, pero también se pueden aprovechar prefectamente.
Respecto a la congelación, se puede hacer sin problema, pero yo te recomendaría que la seques primero.
Suerte y un saludete Yervagüena.