Te puedes pasar horas y horas analizando con lupa tus plantas de marihuana, pero si no te has estudiado bien la teoría, el proceso de observación seguirá siendo una tarea enormemente complicada. Todos los cultivadores, novatos y expertos, aspiran a iniciar la cosecha en el momento óptimo, aquel en el que los cogollos estén bien jugosos y cargaditos de resina.
Los tricomas son sin duda los mejores indicadores de cuando proceder al corte y si sabes interpretar con criterio su crecimiento y su punto de maduración entenderás mejor cuál es el mejor momento para cosechar tu marihuana. Presta atención a nuestros consejos y encuentra el puntito que estabas buscando.
Tabla de contenidos
¿Por qué son tan importantes los tricomas?
Te estarás preguntando como grower novato. Y si no, es una cuestión que deberías plantearte puesto que tiene muchísima importancia. Tanto es así que estas diminutas glándulas son las responsables de que la marihuana te haga tan feliz.
El cannabis no es la única planta que tiene tricomas. Muchas otras especies presentan tricomas, pero los de la marihuana manifiestan la particularidad de contener las sustancias cannabinoides (THC, CBN,CBD…) cuyo consumo provoca efectos psicoactivos. En cierto modo podría decirse que son un pequeño almacén de sorpresas que se desarrolla durante el ciclo de maduración de la planta y que te puede servir como indicativo para saber en qué momento puedes iniciar la cosecha.
Aparte de esto, los tricomas también desempeñan otras funciones que salen de la semilla de marihuana:
Función protectora de los tricomas
protegen a la planta tanto de los bichos pequeños como de los animales grandes. Para estos últimos el sabor amargo de los cannabinoides no resulta muy agradable. Para los insectos, la pegajosidad de esos pelitos de color marronáceo resulta una trampa mortal cuando intentan avanzar hacia el interior de la planta en alguno de sus ataques.
Sirven de aislamiento
En condiciones adversas, como unos niveles de humedad demasiado bajos (especialmente durante el verano), las flores quedan protegidas por el abrazo de los tricomas.
Filtro ultravioleta para la segregación de THC
Cuanta más radiación solar reciben (rayos UV-B), más THC segregan los tricomas. Esta sustancia a su vez ayuda a la absorción de esta radiación que resulta dañina para el conjunto de la planta.
¿Cuándo cosechar con el máximo de THC posible?
Es sin duda la pregunta del millón. No quiere decir que si adelantas o atrasas tu cosecha de marihuana vayas a arruinar por completo el trabajo de las últimas semanas, pero sí es probable que te pierdas algunos de los matices que seguramente te gustaría disfrutar de tus plantas.
Con todo, este tema de la cosecha en función de la maduración de los tricomas también tiene un punto importante en relación a los gustos de cada grower. Y es que conforme evoluciona la planta estas glándulas experimentan una transformación que, sin influir directamente en la calidad de la cosecha, sí que modifican sustancialmente el sabor de la misma y los efectos que te producirá fumarla. La evolución podría resumirse en el siguiente esquema:
Etapa de desarrollo
En la fase inicial de su ciclo de desarrollo los tricomas del cannabis aparecen como pequeños puntos en las hojas y cálices de la planta. Muy lentamente irán adquiriendo altura para separarse de la base y mostrar el aspecto de una especie de chupachup (si lo miráramos con microscopio, claro). En este momento, en el que empieza a distinguirse ligueramente la cabeza del tronco es cuando el tricoma permite que en su interior se desarrollen las sustancias psicoactivas que componen la resina del cannabis. El problema es que a estas alturas todavía se encuentran en sus formas ácidas y son tan básicas que sus efectos apenas se dejan notar, por lo que no tiene sentido adelantar la cosecha a este momento. Es fácil darse cuenta de que aún es demasiado pronto: los tricomas apenas se han desarrollado y son prácticamente transparentes.
Etapa de madurez
Es el punto de máxima producción de THC y por lo tanto el momento oportuno para iniciar la cosecha si lo que te interesa es disponer de una marihuana con unos efectos muy potentes. Los tricomas han ido evolucionando de su inicial transparencia a un color blanquecino y la cápsula superior está perfectamente formada. Una vez más, es muy importante tu capacidad de observación para que te des cuenta de estos pequeños detalles y matices. Los cogollos están listos para su manicurado, rebosantes de resina, recubiertos de esos pelitos de color blanco lechoso que en algunas variedades se tornan ligeramente ámbar transparente y que, en cualquier caso, ya no presentan una apariencia tan rectilínea sino que empiezan a curvarse de manera muy sutil.
Etapa de sobremadurez
Tal vez, por el motivo que sea, has decidido prolongar un poco más el período de floración y los tricomas han entrado en su fase de sobremadurez. Esto implica un nuevo cambio de composición y donde antes tenías una mayor concentración de THC ahora se va a producir un efecto de degradación hacia sustancias de menor contenido psicoactivo. Es decir, si retrasas la cosecha y los tricomas se han sobremadurado, vas a obtener una marihuana más relajante y narcótica que si la hubieras cosechado en su punto de maduración óptimo. En cuestiones de calidad no tiene por qué ser ni mejor ni peor. Únicamente es otro tipo de yerba.
En cuanto a la apariencia de los tricomas, en esta etapa de sobremadurez te vas a encontrar con unos pelitos de color marrón que han perdido por completo sus propiedades traslúcidas. Ya no queda ni rastro de aquellas graciosas glándulas transparentes sino unos pelos opacos y perfectamente formados que no dejan mucho lugar a la interpretación. Te resultará muy sencillo reconocer este momento en la evolución de los tricomas.
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