Si en algún momento de tu trayectoria como cannabicultor plantas unas semillas de marihuana que se terminan transformando en una planta espectacular, puedes plantearte la opción siempre muy recomendada de clonarla y guardar en tu colección esta joya genética para futuros cultivos igual de buenos o todavía mejores.
¿Qué te hace falta para cumplir con esta misión? Disponer de lo que en botánica se denomina una planta madre, es decir, un referente a partir del cual vas a poder ir sacando esquejes de manera continua para ir haciendo crecer tu cultivo con lo mejor de lo mejor. Por supuesto, se trata de una planta muy especial dentro de tu cultivo y es por ello que vas a tener que darle unos cuidados específicos si quieres que esta madre te traiga muchos retornos.
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¿Para qué nos sirve una planta madre?
Puede que de manera involuntaria te hayas encontrado con esa variedad tan especial o puede que haya sido fruto de la experimentación. Una cosa es clara: cada semilla es única, porque a pesar de compartir las mismas genéticas a la hora de desarrollarse pueden presentar diferentes fenotipos. En cambio un esqueje de una planta es una reproducción exacta de su genética, un clon. El objetivo de mantener una planta madre es poder ir arrancándole hijos (esquejes) para tener siempre en tus cosechas la oportunidad de reproducir esa misma variedad tan espectacular.
Tanto si has partido de un esqueje como si lo has hecho de una semilla, el mantenimiento de una planta madre va a ser el mismo. Lo único que habrá cambiado sustancialmente será el proceso de selección. Por cuestiones obvias, conseguir una planta madre a partir de semillas te llevará más tiempo que si partes de un esqueje bien enraizado (un clon) del que ya conoces su calidad y sus particularidades, pero en cualquier caso en este post nos vamos a centrar únicamente en el cuidado de las plantas madre. Es decir, partimos de la base de que ya te has hecho con una buena progenitora cuya genética cumple sobradamente sus expectativas como grower y como fumador. Así que manos a la obra.
5 Claves para el mantenimiento de una planta madre
Elección de la maceta es importante para las madres
El hecho de que sean cuadradas o redondas únicamente afectará a la disposición en tu espacio de cultivo, pero no tendrá una verdadera repercusión en el desarrollo de tu planta. Lo importante es elegir el tipo de contenedor que te permita dispone de la cantidad de tierra (y por lo tanto de agua y nutrientes) que la planta va a necesitar. En este sentido, la elección de una maceta no dista mucho de la de cualquier otra planta de marihuana. Únicamente que como la planta madre se va a utilizar sólo para la producción de esquejes te puedes permitir el lujo de desarrollar una especie de madre bonsái, es decir, una planta de dimensiones más reducidas, utilizando macetas más pequeñas para que las plantas crezcan en proporción a su contenedor (¡sin pasarse!).
Tipo de sustrato en las plantas madres
Por lo general, una planta madre tiene una vida media en torno a los 12 o 18 meses, pero si recibe los cuidados adecuados podrías mantenerla durante mucho más tiempo, incluso de manera indefinida. Una de las claves para propiciar esto está en la elección del sustrato. Hay que recurrir siempre a un tipo de sustrato que nos garantice un buen soporte para las raíces, con independencia de que utilices tierra o fibra de coco. En el caso de la tierra lo más recomendable es utilizar un sustrato completo que ya nos venga con una mezcla de turbas, fibras, humus y abonos minerales para que la planta tire bien, especialmente durante las primeras semanas. Si cultivas con tierra y quieres conservar tu planta madre durante mucho tiempo, deberás renovar la tierra al menos una vez al año, como ya veremos en un apartado posterior. El cultivo con lana de coco no se diferencia en mucho con el de tierra, pero tienes que estar más pendiente al uso de abonos en cada riego para que la planta esté bien alimentada.
Abonos y aditivos para este tipo de planta
A excepción de los cultivos con sustratos inertes que sí requieren del uso de abonos en cada riego (como ya comentábamos con la lana de coco) una planta madre sembrada en tierra no necesita este tipo de productos de un modo particular a menos que nos hayamos percatado de que efectivamente se está produciendo un déficit de nutrientes. En estos casos procuraremos resolver la situación utilizando siempre dosis muy bajas de abono e incrementándolas poco a poco conforme veamos cuál es la respuesta que está ofreciendo la planta. En plantas madres jóvenes hay que enfatizar el crecimiento de las raíces y estimular la flora microbiana del sustrato. En plantas madres adultas se hace más hincapié en todo lo relacionado con el crecimiento vegetativo y el equilibrio entre la auxina y la citoquina, las dos hormonas que gracias a nutrientes como el calcio o el nitrógeno trabajan en el desarrollo de la planta.Por otro lado, si en un momento determinado tenemos la intención de sacar muchos esquejes convendría preparar a la planta con algún tipo de abono foliar para que durante esa temporada de poda tuviera bien cubiertas sus necesidades de macronutrientes. También en los momentos de extracción de esquejes hay que estar muy pendientes de la vida bacteriana en sustrato y hojas y no escatimar a la hora de utilizar productos para mejorar las defensas de la planta en una situación tan delicada.
Iluminación de la planta madre
Los equipos de bajo consumo con luces LED son perfectos para el mantenimiento de plantas madre. Como el objetivo no es el de desarrollar una planta destinada a la cosecha, no te interesa consumir muchísima luz para que la planta crezca, sino simplemente mantenerla estable. Te ahorrarás gastos eléctricos innecesarios y tendrás una planta de marihuana con las dimensiones necesarias para ir sacando los esquejes que realmente te hagan falta.
Poda y renovación del sustrato de la planta madre
A medida que vas podando tu planta madre de marihuana, más aumentan las posibilidades de obtener esquejes puesto que aumenta la ramificación. Es un proceso que se debe ir haciendo de manera progresiva, podando con paciencia rama por rama y dejando en cada una de ella 2 o 3 brotes inferiores de manera que cuando vuelvas a tu planta unas semanas después de la poda te encuentres con que las ramas se han triplicado.Una vez al año y para liberar a la planta del agotamiento que supone estar pariendo cada cierto tiempo, es recomendable practicar una renovación del sustrato, que es un proceso muy similar al de realizar un trasplante, pero deshaciéndote de parte del cepellón y renovando los nutrientes. En el caso de que encuentres que la planta está ya muy agotada puede ser más recomendable practicar una poda general y realizar también una poda de raíces, reduciendo considerablemente la altura del cepellón.
Hilario dice
Hola desde Nicaragua.
Tengo 4 strains y no quiero florar mas de 5 plantas al mismo tiempo, por seguridad. He decidido usar un sistema mixto, por el dia sol y por la noche CFL, esto porque o puedo controlar la temperatura (32 C-40 C), así mismo trato de mantener las madres en la sombra. Los clones son puestos en tierra bajo domos de botellas plasticas de coca cola.
Me gustaría Florar las madres una vez que tenga uno o dos clones enraizados, para cosechar plantas mas grandes, mantener las strains vivas (mas importante) y permitirle a los clones vegetar entre 2-4 meses antes de florarlos una vez hayan sido clonados. Han sabido de alguien que exitosamente haya desarrollado un sistema similar? degradaría las strains?
Quería saber su opinión acerca de mi situación. Toda ayuda sera muy apreciada.
Muchas gracias por su atención.
Yervagüena Grow Shop dice
Hola Hilario
Este método es muy común en nuestra zona y hay muchos cultivadores que lo utilizan.
Si se renueva periódicamente la genética con nuevas semillas no hay problema, si se mantiene este método durante más de un año, la variedad podría perder calidad progresivamente, por eso es recomendable refrescar la genética.
Un saludete para Nicaragua y suerte con el cultivo.