El Journal of Alzheimer´s disease es una de las publicaciones más prestigiosas del mundo en todo lo relacionado con la investigación y avances que se producen en torno a esa terrible enfermedad neurodegenerativa que es el Alzheimer. Esta publicación acaba de publicar los resultados de un estudio que, como uno de sus principales resultados, establece que bajos niveles de THC, elemento presente en la marihuana, administrados a los pacientes podrían detener o aminorar el deterioro producido por la enfermedad.
La enfermedad de Alzheimer es la forma más terrible y común de demencia senil, aunque puede diagnosticarse en personas con menos de 65 años. Los expertos establecen que, por regla general, la esperanza de vida de los pacientes que sufren este trastorno neurodegenerativo es de unos diez años desde el diagnóstico.
El estudio publicado en el Journal of Alzheimer´s disease ha sido llevado a cabo por un equipo de investigadores de la South Florida University. Según el análisis realizado, la dosificación de pequeñas dosis de THC en los pacientes hace que la producción anormal de la proteína beta-amiloide (presente en el cerebro de las personas de edad) se frene o aminore. La exposición a estas pequeñas dosis de TCH también consiguió que la actividad mitocondrial, imprescindible para el mantenimiento de un cerebro sano, repuntase.
Los investigadores creen que el compuesto presente en la marihuana tiene unas grandes posibilidades como antioxidante, con capacidad neuroprotectora. En este sentido se pone el acento en que, a los niveles administrados, los beneficios de la utilización del cannabis en los tratamientos superaron con creces la supuesta toxicidad y efectos sobre la memoria a corto plazo que se le atribuyen.
Neel Nabar, uno de los responsables del estudio, apunta que esta investigación puede conducir de manera clara a “desarrollar componentes relacionados (con la marihuana) que sean legales, seguros y útiles” en el tratamiento de esta enfermedad. En este caso, desde el equipo de investigadores se recalca que monitorizar a los grupos de estudio, analizar los niveles de THC presentes en la sangre de los pacientes y determinar el nicho de población al que estos tratamientos pueden beneficiar es esencial.
En la actualidad las aplicaciones de la marihuana medicinal que ya se prestan se centran, mayoritariamente, en el segmento de los analgésicos. En efecto, el cannabis terapéutico se usa, sobre todo, para combatir dolores asociados al cáncer, migrañas, dolores musculares y glaucoma. Los estudios muestran que, sólo en España, unas 600.000 personas padecen esta terrible enfermedad.
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