Hasta dónde llenar la maceta de tierra para el cultivo

Hoy empezamos el post con una reflexión filosófica. ¡Y eso que vamos a hablar de macetas! Pero no importa. Hay máximas que se pueden aplicar a cualquier disciplina, entre ellas el cultivo de marihuana. Y cuando nos referimos a la cantidad de tierra para el cultivo que necesitan tus macetas pensamos que la mejor recomendación que podemos darte es la misma que te daría Aristóteles: “En el término medio está la virtud”.

Tranquilo, no te vamos a dejar con la duda porque desde luego que esta frase puede dar lugar a muchas interpretaciones, especialmente si la aplicamos a cuestiones de horticultura. Así que a lo largo de este post iremos analizando los motivos por los que resulta o no recomendable tener más o menos tierra en tus macetas de cultivo.

Recipientes adecuados y tierra de calidad

Antes de hacerte la pregunta de hasta dónde debes llenar la maceta de tierra para el cultivo deberías preguntarte si estás trabajando con los materiales adecuados. Habitualmente es un detalle que se pasa por alto. Las prisas y el poder ahorrarnos unos eurillos sobre todo al comienzo del cultivo, cuando nos damos cuenta de que hay que comprar bastante material para tenerlo todo a punto, pueden hacerte cometer el error de comprar una maceta inadecuada o de adquirir la tierra más barata que encuentras en una tienda no especializada.

Si este es tu caso te podemos decir sin ningún remordimiento que estás comenzando con mal pie. Sería mejor que te replantearas la situación porque estos son ese tipo de errores que con el tiempo se pagan caros.

Lo primero de todo es que tienes que adaptar tus macetas a los ciclos de tus plantas para que no sea un desperdicio de recursos: ni de tierra, ni de agua ni de cualquier otro producto que necesites utilizar en tus macetas. Pero lo más importante: tienen que permitir que tus plantas crezcan con espacio (hacia abajo, hacia arriba y a lo ancho).

Lo segundo es que el tipo de sustrato que utilices ha de ser de calidad. Piensa que ahí va a estar el principal alimento de tu planta. Igual que tú no puedes estar alimentándote a base de comida rápida, a tus plantas de marihuana no les va a sentar nada bien una tierra barata, con pocos nutrientes, que en seguida se quede apelmazada y que no te de ninguna garantía de calidad. ¡Eso no es saludable!

Muchas variedades, una misma forma de echar raíces

Dicho esto, hay algo que debes tener claro. Cuando escoges las semillas de las variedades de marihuana que quieres plantar sabes de antemano que cada planta tiene unas particularidades en cuanto a su crecimiento, las características de sus ramas, su hojas, sus cogollos. Habrá plantas que se desarrollen más en altura, otras que crezcan más a lo ancho y algunas que te sorprendan por su frondosidad.

¿Pero sabes qué tienen en común todos tus cultivos de marihuana? Aquello que no ves, aquello que va creciendo dentro de la maceta, es siempre de la misma manera. El sistema radicular de una planta de cannabis (y de cualquier otra planta en general) tiene siempre el mismo comportamiento: va a intentar bajar y bajar y posteriormente extenderse hacia los laterales de la maceta.

Piensa en tu planta como si se tratara de una casa. Para que crezca en altura va a necesitar de unos buenos cimientos y esos cimientos están en el desarrollo de las raíces. Por eso es tan importante que las semillas germinadas tengan espacio para desarrollar sus raíces hacia la parte inferior de la maceta y además dispongan de espacio lateral para extenderse posteriormente hacia las paredes de la misma y le den a la planta la estabilidad que necesita para su crecimiento vertical.

Con estas sencillas ecuaciones ya te hemos dado la clave para hacer un uso correcto de las macetas y la tierra. ¿Has sido capaz de averiguar la relación entre la altura del sustrato de tu cultivo y el tamaño del recipiente? Por si queda alguna duda, te lo explicamos a continuación.

Las macetas están para llenarlas

Si todavía estás en la primera fase de crecimiento y no quieres gastar mucha tierra, no coloques tu planta en una maceta gigante con una capacidad de 12 litros. ¡Menudo desperdicio! Llenar la maceta únicamente hasta la mitad no te va a servir de nada. Las raíces de la planta tocarán pronto el suelo de la maceta y en cambio tardarán más en extenderse hacia los laterales de la misma.

Además, los bordes de la propia maceta le estarán haciendo sombra a la planta, esta no podrá respirar bien y tampoco tendrá las mismas opciones para realizar la fotosíntesis de modo correcto. En definitiva, estarás ahogando a tu planta y condenándola a un crecimiento lento. Como se suele decir, esta planta no conseguirá agarrar bien y a la larga será mucho menos productiva que el resto de las que conformen tu cultivo.

Algo similar sucede si escatimas con la cantidad de tierra que utilizas en tus macetas durante el ciclo de floración. Si piensas que no sucederá nada por ahorrarte unos cuantos centímetros de tierra en el borde de tus recipientes, estás cometiendo un error. En este momento del cultivo deberíamos estar hablando de macetas de gran capacidad (unos 7 litros en cultivos de interior y unos 40 litros en cultivos de exterior), es decir, prácticamente el doble que la maceta inicial.

Al igual que durante el crecimiento, las plantas de cannabis necesitan tirar. Es decir, tienen que echar unas raíces muy fuertes que puedan desarrollarse mucho a lo ancho. De otro modo, será como si nunca las hubiéramos trasplantado. Si las raíces no se desarrollan fuertemente se detiene también la floración, las hojas se empiezan a caer y es posible que los cogollos lleguen a pudrirse en el caso de que la planta se haya quedado demasiado enterrada en la maceta. Para evitar este desastre en la etapa final de tu cultivo tu gran maceta tiene que estar bien llena, dejando apenas un margen de un centímetro de borde que te permita regarla correctamente.

Como ves, rellenar un tiesto de tierra parece una cosa sencilla, pero también tiene su ciencia. ¿Cuál es el término medio? Utiliza la lógica: no compres una maceta gigante si no es para llenarla. Adapta el tamaño de la maceta a las necesidades de cada momento y no recortes en este tipo de recursos porque son muy importantes para un correcto desarrollo de tus plantas de marihuana. Lo que inviertas ahora se verá recompensado durante la cosecha.