Cada poco estamos viendo noticias en los medios de comunicación relacionadas con el uso del cannabis en la medicina y en España, una de las eminencias de este sector es Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Ciencias Químicas. Además es encargado de coordinar el Programa de Investigación en Biociencias: Estudio de la Neurofarmacología y el Potencial Terapéutico del Sistema Endocannabinoide.
Se trata de un estudio que está enfocado a conocer los mecanismos internos que son receptores de las sustancias activas del cannabis, las cuales pueden producir diferentes reacciones en nuestro cuerpo, como por ejemplo provocarnos hambre.
En una reciente entrevista se le preguntó cuánto había de verdad en eso de que el cannabis pueda ser beneficioso para la salud y fue taxativo, como deben ser las palabras de todo un experto. “Lo primero hay que clarificar que cuando hablamos de droga y de fármaco estamos hablando de sustancias que actúan en nuestro organismo por mecanismos absolutamente idénticos y lo que hace que una sustancia sea droga o fármaco es su utilización con una posología y con un método de administración conocido en un intento de minimizar los efectos secundarios”.
Otra de las cosas que habló fue sobre el estigma que hay aún hoy en día sobre el cannabis como si de una droga dura se tratase, algo que poco a poco está desapareciendo, aunque hay muchas personas que creen que da esquizofrenia y tiene efectos similares a la de drogas como la heroína, craso error.
Desgraciadamente son muchos políticos e incluso investigadores los que siguen teniendo esa idea obsoleta en sus mentes y no están de acuerdo en que cada vez haya más gente que usa marihuana terapéutica para tratar sus dolencias sin considerarlos drogadictos, afirmando que acabarán enganchados y posteriormente tendrán problemas de abstinencia, lo que comúnmente se conoce como “mono”.
Esto, según su explicación, es completamente absurdo, dado que todos los medicamentos tienen sus efectos tanto positivos como negativos y finalmente el balance terapéutico y los efectos no deseados son la razón que hacen que un fármaco sea usado o se deje de usar. Al margen de todo esto, el ciudadano debería ser libre y al tiempo responsable para poder usar su cuerpo y su vida como le venga en gana.
Sin duda son declaraciones que dejan clara su postura, la de un experto en la materia que lleva años estudiando los beneficios de esta sustancia.
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