Quedaos con el siguiente dato que es realmente escalofriante. En EEUU, sólo en el año 2012, las muertes por sobredosis de analgésicos y sedantes superaban en número a las provocadas por la cocaína y la heroína juntas. Unas 15.000 personas de media fallecen a causa del mal uso de medicamentos recetados por médicos para paliar alguna clase de dolor. Más grave aún es que, según el CDC, alrededor de uno de cada 20 estadounidenses mayores de edad los toma sin receta. Sin embargo, 6 de cada 10 fallecidos por mal uso o abuso de sedantes tenían permiso de un facultativo para su consumo.
Pese a las cifras, un reciente estudio acaba de poner sobre la mesa una interesante cuestión de debate. Y es que parece que allí donde la marihuana terapéutica se ha legalizado en EEUU, las muertes por sobredosis de medicamentos opiáceos contra el dolor se han reducido de manera drástica.
33% menos de fallecimientos
De acuerdo con la investigación publicada en Jama Internal Medicine (antes Archives of Internal Medicine), en 13 estados donde la marihuana medicinal se ha aprobado, los fallecimientos debidos al mal uso de analgésicos han bajado la tercera parte. El estudio se ha llevado a cabo analizando las muertes acontecidas entre el año 1999 y el 2010. En los EEUU, el estado de California fue el primero en el que la marihuana se legalizó para mitigar los síntomas asociados a ciertas dolencias oncológicas o a determinados trastornos del sueño.
Desde 1996, año en el que el soleado estado dio el paso de normalizar el consumo de marihuana con fines médicos, otros 21 (además de Washington DC) han seguido el ejemplo y permiten que los mayores de 21 años adquieran ciertas cantidades de cannabis en los dispensarios autorizados, siempre y cuando presenten la receta médica. En muchos de estos estados en los que el cannabis medicinal se ha legalizado, las autoridades también dejan que las personas afectadas realicen cultivo de marihuana en cantidades determinadas y bajo control censal.
Diversos estudios llevados a cabo, fundamentalmente, en los estados en los que el consumo y cultivo de marihuana medicinal es legal, han demostrado los efectos analgésicos y relajantes seguros de la marihuana en el tratamiento de enfermedades como la epilepsia, los trastornos de estrés postraumático, dolencias musculo-esqueléticas o ciertos tumores. También en el dolor crónico neuropático, la marihuana se ha mostrado como una eficaz herramienta preventiva y paliativa.
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