La Industria del Tabaco es una de las más boyantes del mundo, especialmente en un país como los Estados Unidos. EEUU no es sólo el cuarto productos mundial de tabaco sin procesar, con más de 408.000 toneladas anuales. Los cigarrillos se han asociado tradicionalmente a un estilo de vida. John Wayne, Humphrey Bogart, el hombre de Marlboro… hay cientos de imágenes míticas de la iconografía estadounidense, lo que se conoce en general como ‘Americana’, que están asociados al tabaco. Este sector siempre ha buscado maneras de expandirse, algo complejo dado que sus connotaciones negativas y poco saludables le proporcionan poco margen para ello. Recientes informes aparecidos en el archivo de la Universidad de San Francisco muestran que grandes empresas de este segmento de actividad estuvieron, en los 60 y los 70, a punto de entrar en el negocio de la marihuana.
Altos directivos de empresas punteras aún hoy en día como el grupo Philip Morris compartieron con la Administración de los Estados Unidos estudios e investigaciones no sólo científicas, sino también comerciales y de negocio acerca del cannabis, ante la que ellos consideraban más que inmediata legalización a nivel nacional. Este descubrimiento muestra que la administración Nixon era mucho más permisiva o flexible con respecto al consumo o cultivo demarihuana de puertas para dentro que de cara a la opinión pública.
Las grandes compañías tabacaleras estimaban que la legalización sería un hecho en el año 1970. Uno de los documentos que se han rescatado es una carta escrita a mano por el presidente de Philip Morris, George Weissman, en la que señala “pese a que me opongo al uso (de la marihuana), reconozco que es probable que sea legal en el futuro. De este modo, deberíamos estar preparados para examinar: 1. una posible competencia, 2. un posible producto, 3. en este punto, cooperar con el Gobierno”.
Las firmas de producción de tabaco ya se estaban preparando, pues, para lanzarse a la producción, distribución y cultivo de marihuana sin ninguna clase de reservas. Probablemente una administración algo más receptiva que la de Richard Nixon hubiera sido más abierta a discutir las opciones comerciales del cannabis como negocio legal.
Curiosamente, en pleno 2014 son muchas las voces dentro de diversos segmentos de actividad y grupos de inversión, Warren Buffett mismamente, que están anticipando las grandes posibilidades del cultivo de marihuana, no sólo con fines medicinales. Puede que lo que no ha conseguido el pueblo a lo largo de décadas lo logren los grandes lobbies empresariales. Tiempo al tiempo.
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