Parece salida de un cuento de hadas y, aunque durante mucho tiempo se estuvo especulando sobre su verdadera existencia o no, ha quedado confirmado que sí, que la marihuana albina no es la ilusión surgida de la imaginación de un grower muy creativo.
Haberlas, haylas, como suele decirse. Eso sí, con sus particularidades. Y entre lo que hay de leyenda y lo que hay de verdad hemos encontrado material suficiente para traerte un post de lo más atractivo y misterioso para desvelarte uno de los mitos más populares del mundo de la cannabicultura: el de la marihuana blanca.
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¿Marihuana albina que crece en las alcantarillas de Nueva York?
Solo la pregunta ya suena a trampa, ¿no te parece? Es la típica historia que le contó a alguien el amigo de un primo lejano de un pueblo remoto en un estado innombrable de Norteamérica. Vamos, una de esas historias cuyo origen sería muy difícil de averiguar porque habría que estar tirando del hilo durante cientos de miles de kilómetros y total, para nada.
Pero por si te interesa la leyenda, eso es lo que se cuenta. Que existe una variedad de marihuana muy peculiar, la denominada New York White, que crece bajo la piel de la Gran Manzana. Un poco ridículo, ¿verdad? Esta es la parte de mito. Obviamente, ninguna planta de marihuana puede cultivarse a resguardo de la luz del sol, bajo tierra, en una alcantarilla, sin nada de luz… Y es que lo de ‘albina’ no va precisamente por esos derroteros.
Así que nos olvidamos de este tipo de leyendas urbanas que se caen por su propio peso: la planta de la marihuana necesita una fuente de luz para su desarrollo, ya sea natural o artificial. Nada de cultivos subterráneos. Pero, ¿existe a marihuana blanca? Sí. Descubramos por qué.
Una explicación más sencilla de lo que parece
Cuando empezaron a circular por Internet fotografías de cogollos de marihuana blancos como la leche la primera reacción fue la de pensar que se trataba de un engaño. Y no es de extrañar. Si tomamos como referencia historias disparatadas como las de la marihuana de alcantarilla, los growers se vuelven cada vez más escépticos ante lo que les cuentan otros compañeros de afición.
Fotografías retocadas, efectos ópticos, ganas de llamar la atención… Desde luego, siempre hay motivos por los que este tipo de noticias pueden resultar un tanto sospechosas, pero cuando los expertos en botánica son los que dan su opinión al respecto, poco queda que rebatirles. Y los expertos han confirmado que sí, que este tipo de fenómenos se producen pero que no están estrictamente relacionados con la privación de luz sino que existen otros motivos que los explican.
Diferencia entre plantas de marihuana albinas y plantas decoloradas
No es un fenómeno de lo más habitual en una planta de cannabis, pero de vez en cuando puede ocurrir. Si es este el caso, no lo dudes: ¡sácales fotos a tus plantas y mándanoslas! Queremos conocer todos los detalles.
Eso sí, hay que tener en cuenta que una planta de marihuana albina o blanca no es lo mismo que una planta decolorada. ¿En qué se diferencian? Pues es muy sencillo. Una planta de marihuana decolorada, como su propio nombre indica, es aquella que ha perdido su color porque ha estado demasiado cerca del foco o expuesta a una luz de demasiada intensidad. En estos casos el cannabicultor es el responsable de la palidez de la planta que ha hecho que esta pierda los fotopigmentos de la clorofila y, lo que es aún peor, su calidad. Eso sí, como planta decorativa tiene un efecto de color realmente llamativo, pero a la hora de fumar habrá perdido muchísimo valor.
El secreto de una planta albina no está en la poca pericia del grower sino oculto en la propia genética de la planta. Lejos de ser plantas blanqueadas por el exceso de luz lo que nos encontramos es un fenómeno natural desconcertante denominado variegación. La variegación es una anomalía genética poco común pero absolutamente real. No se trata de ningún truco óptico ni de ningún montaje para hacerte creer que lo que no es, ni de un cuento chino sobre una misteriosa variedad de cannabis que crece en las alcantarillas de Nueva York.
Hay unos genes que controlan la producción de clorofila en la marihuana y, como ya sabrás, son estos pigmentos los que se encargan, entre otras cosas, de darle esa coloración verdosita a tus plantas. La variegación es una mutación que descompensa la presencia de clorofila en la planta dando lugar a esos rasgos marcadamente albinos que pueden manifestarse básicamente de dos formas:
- En una única zona de la planta (como, por ejemplo, solo en los cogollos).
- En diversas zonas de la planta intercalándose con zonas pigmentadas (como si los patrones verdes y albinos estuvieran trenzados).
Existe un caso extremo en el que el origen del color blanco de la planta estaría en el denominado doble gen albino. En estos casos la totalidad de la planta de la marihuana sería blanca y no tendría ninguna opción de realizar la fotosíntesis (la clorofila es la que les permite sintetizar la luz) con lo que moriría en muy poco tiempo, por lo que sería muy difícil que te encontraras con una planta de estas características que haya logrado desarrollarse.
Mutaciones de plantas de marihuana de lo más curiosas
La marihuana albina no es la única mutación curiosa del cannabis. De hecho, hay muchos growers a los que les gusta reservar alguna que otra planta de sus cultivos para la realización de este tipo de experimentos, aún a sabiendas de que la calidad de la cosecha que obtiene (por ejemplo en el caso de la marihuana blanca, sin clorofila) deja mucho que desear.
En el ámbito de las mutaciones hay para todos los gustos. Entre las más extendidas están la marihuana ‘Pies de pato’ (Ducksfoot), ideal para quienes buscan cultivos de exterior discretos, ya que es un tipo de planta que no crece en altura sino a lo ancho, en contraposición a la marihuana tentacular, que se desarrolla como si de una parra se tratara o la Australian Bastard Cannabis, que podría parecer cualquier cosa menos una planta de marihuana y que ha demostrado una extraordinaria resistencia a las bajas temperaturas.
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