Recientemente se daba a conocer en los medios de comunicación deportivos la noticia de que el famoso luchador de la UFC (Ultimate Fighting Championship) Kelvin Gastelum había sido retirado de uno de los combates más esperados de la temporada tras haber dado positivo en un control antidopaje por sorpresa.
Por el momento el luchador mexicano sólo ha sido suspendido temporalmente por lo que perderá la oportunidad de enfrentarse al brasileño Anderson Silva el próximo 3 de junio, pero será la organización de la UFC la que decida en las próximas semanas sin la conducta del luchador merece una penalización más severa.
Un positivo que tira por tierra el mejor combate de la historia
Kelvin Gastelum se había convertido en uno de los nombres más prometedores de la UFC, pero desde hace poco más de un mes la fama de este famoso luchador mexicano no está en sus victorias sino en el hecho de haberse convertido en una de las nuevas víctimas de la USADA, la agencia antidoping norteamericana que opera como organismo no gubernamental y sin ánimo de lucro.
Durante un control sorpresa llevado a cabo por la agencia el pasado mes de marzo se recogieron muestras del atleta que han arrojado datos positivos en la existencia de Carboxy-THC, uno de los cannabinoides presentes en la marihuana. El problema no solo ha sido encontrar restos de THC en el organismo de Gastelum sino comprobar que estos superaban el límite de 180 ng/mL permitido por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA). Por todo ello la USADA decretaba de manera inminente la suspensión temporal del atleta, lo que supone que no estará presente en el combate frente al brasileño Anderson Silva el próximo 3 de junio en Río de Janeiro.
Este era uno de los enfrentamientos más esperados de la temporada. Después de las últimas victorias de Gastelum, el mexicano se presentaba como uno de los favoritos de la UFC, con una prometedora carrera como luchador. Este pequeño desliz con el consumo de marihuana ha supuesto, por el momento, un bache en su carrera, pero podría traer incluso mayores consecuencias si la UFC decidiera aplicar medidas en relación a su propia política antidopaje.
Por otro lado no hay que olvidar que las muestras de estas pruebas sorpresa fueron recogidas justo después de la reciente victoria de Gastelum en Fortaleza (Brasil) el pasado 11 de marzo frente a Vitor Belfort y que por lo tanto la Comisión Brasileña de Atletismo del MMA (CABMMA), a tenor de los datos que le facilite la USADA, tendrá que tomar también una decisión acerca de la validez de dicho combate y del triunfo de Gastelum o anular la victoria como consecuencia de esta aparente violación de la política antidopaje internacional.
Mientras se prepara el caso y con el fin de garantizar al joven luchador todos los derechos justos de su procesamiento, este ha sido retirado provisionalmente de circuito profesional y se busca un sustituto para esta histórica pelea en Río de Janeiro. A pesar de que lo más habitual sería que la defensa de Gastelum solicitara una Prueba B, lo más lógico es que el encuentro frente a Belfort quedara registrado como No Contest y que el luchador finalmente se enfrentara a una suspensión de hasta un año.
Los atletas y la marihuana
Como cualquier otra droga, el cannabis tiene repercusiones en los deportistas, tanto a nivel físico como mental, por lo que su consumo está penalizado por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) a partir de los 180 ng/mL.
Podría parecer que el hecho de consumir cannabis es una decisión muy personal y que los atletas también deberían tener la plena libertad de hacerlo si lo consideran conveniente, pero a juzgar por las consecuencias que puede tener el consumo de marihuana en el organismo, tal vez sí es comprensible el hecho de que este tipo de instituciones internacionales se tengan que poner tan estrictas en este tipo de temas.
Establecer un límite entre cuándo se consume cannabis por puro placer y cuando se hace para obtener algún tipo de ventaja sobre tus rivales resulta mucho más complicado que fijar una prohibición que limite todos los casos por igual. Tal vez sea una medida injusta pero a nivel práctico probablemente sea la única que la WADA ha considerado verdaderamente operativa.
Uno de los cambios más significativos en cuanto al deporte y el consumo de cannabis se produjo durante las últimas Olimpiadas, que fue cuando la WADA decidió actualizar los niveles de THC en los controles antidopaje elevándolos considerablemente hasta límites algo más permisivos. Con todo, el consumo de marihuana está terminantemente prohibido durante las competiciones, a riesgo de que los atletas puedan quedar suspendidos de manera fulminante si son cazados con un porro en las instalaciones deportivas o en las Villas Olímpicas durante la celebración de estos eventos.
Se considera que el cannabis puede ayudar a los atletas a mejorar su resistencia en pruebas físicas o a aumentar su capacidad pulmonar. También hay incluso quien recurre a él como un eficiente método antiinflamatorio. Por estos motivos la Agencia Mundial Antidopaje considera que el consumidor de marihuana puede jugar con ventaja frente a sus rivales y se ve en la obligación de poner restricciones que, con todo, son mucho menos severas con respecto a otro tipo de sustancias totalmente prohibidas.
No en vano, muchas asociaciones del ámbito del deporte luchan para que el cannabis deje de considerarse una sustancia dopante ya que desde un punto de vista bastante objetivo y riguroso no es comparable a otras drogas. Son muchos los casos de deportistas que han sido sancionados por el consumo de marihuana y que a pesar de todo continuaron su carrera con normalidad, disfrutando del cannabis en sus momentos de ocio como podría hacerlo cualquier otra persona. Entre los casos más populares podríamos citar los del nadador norteamericano Michael Phelps, el gimnasta español Gervasio Deferr o el mismísimo Usain Bolt.
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