Aunque no lo creas hay gente que dedica su tiempo libre a aficiones bastante particulares. Si tu pasión por la marihuana te resultaba algo bastante peculiar imagínate cómo será llevarla a un plano tan espiritual que ya no sólo te intereses por conocer a fondo los secretos de su cultivo sino que te animes a estudiar cuestiones tan profundas como qué es lo que dice la Biblia sobre esta planta, aprovechamos para mostrarte nuestros libros sobre la marihuana.
Pues resulta que algunas personas invierten su tiempo en este tipo de cuestiones y sus hallazgos en este ámbito son cuanto menos curiosos. ¿Te gustaría conocer algunos de los aspectos que han sacado en claro de todo esto?
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”Todo lo que Dios creó es bueno”
Esta es la cita de Timoteo 4:4 que sirve como principal argumento para muchos de aquellos estudiosos de la Biblia que quieren justificar así el argumento de que la marihuana, como parte de la Naturaleza es también parte de la Creación divina y por tanto de su bondad.
Tal vez te parezca un poco absurdo estar buscando este tipo de justificaciones celestiales, pero en cuestiones tan controvertidas como la legalización de la marihuana este tipo de argumentos tienen mucho peso. No en vano ésta fue la cita bíblica más utilizada por el conservador y cristiano David Simpson, representante del estado de Texas, en la lucha para la regularización del cannabis en su vertiente medicinal con determinados tipos de epilepsia, algo que se consiguió en 2015 y que todavía intenta abrirse camino hacia una legalización total.
¿Sustancia sagrada u obra del pecado?
El caso es que si te repasaras toda la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis no encontrarías en ella ninguna referencia directa a la marihuana. Podrás leer cosas del tipo “Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno” (Génesis 1:12) que se pueden interpretar de muchas maneras. Pero no te encontrarás ni una sola frase en la que se diga algo en plan “Y creo Dios la marihuana y dijo: ‘Fumad a gusto, que esto es cosa rica’”. Así que no hace falta que pierdas el tiempo buscándolo, que ya te lo contamos nosotros.
De lo que no hay duda es de que el cannabis no es un invento moderno, así que en la época en la que se escribió la Biblia (según parece entre los siglos VIII y VI de nuestra era), algún conocimiento ya deberían tener de esta planta y de sus peculiares propiedades. Otra cosa es el nombre que le dieran y para qué la utilizaran.
El caso es que si cambiamos un poco de perspectiva y somos algo más flexibles en nuestro análisis de la Biblia en referencia a lo que dice sobre determinadas sustancias psicoactivas procedentes de las platas, aunque sea sin citar directamente a la marihuana, sí que podemos intuir que indirectamente se refiere a ésta o cuanto menos a algún tipo de especie con efectos muy similares. Y como la controversia sobre el uso de psicoactivos es algo que siempre ha acompañado al ser humano desde los orígenes, también en los textos bíblicos se puede ver con claridad que algunos se refieren a estos como algo beneficioso y otros los vinculan con lo demoníaco. Al parecer este es todo un clásico que no pasa de moda.
Un posible error de traducción
Chris Bennett es uno de los investigadores que más a fondo a estudiado la Biblia desde estas perspectivas tan polémicas. Su libro más famoso se titula Sexo, drogas, violencia y la Biblia y hace un detallado repaso a los aspectos más controvertidos de algunos de los rituales y las prácticas que con frecuencia aparecen reflejadas en la Biblia.
En sus investigaciones Bennett ha descubierto que ya en el Antiguo Testamento se describen escenas de cómo los cristianos uncían a los enfermos con un bálsamo de propiedades curativas que además de aceite de oliva, casia, mirra y canela contenía el extracto de una misteriosa planta denominada kaneh-bosm. En opinión del investigador esta planta podría ser lo que actualmente conocemos como cannabis.
Aunque se considera que el término cannabis tiene su origen en los pueblos escitas, Bennett está convencido de que podría remontarse a una etapa muy anterior a ésta ya que las referencias al kaneh-bosm se encuentran en el Antiguo Testamento y en varios de los libros del Nuevo Testamento. Es decir, en muchos de los textos que componen la Biblia (el Éxodo, el libro de Jeremías, el de Isaías, el de Ezequiel, el Cantar de los Cantares…), se menciona con frecuencia una planta de uso medicinal con propiedades muy similares a las de la marihuana.
¿Cómo es posible entonces que a lo largo de tantísimas páginas no aparezca ni una referencia directa al cannabis? En opinión de Chris Bennett la explicación es bien sencilla. Si no existen más referencias al cannabis en la Biblia no es por una cuestión de desconocimiento de esta planta sino por un error de traducción. Actualmente la traducción griega de la Biblia hebrea más antigua con la que contamos se remonta al siglo III antes de Cristo. Es la que se conoce como la ‘Biblia griega’ o la ‘Septuaginta’, es decir, la Biblia de los setenta, por redondearse a esta cifra el número de sus supuestos traductores.
Hicieron un buen trabajo con los textos hebreos y arameos que se traían entre manos, pero Bennett asegura que cometieron un error en la traducción a la hora de abordar el término que aquí nos atañe y que ese fallo se ha repetido históricamente hasta nuestros días. Este y no otro es el único motivo por el que en los textos bíblicos el cannabis no aparece nombrado como tal a pesar de que, no solo era ya conocido, sino que se utilizaba de manera habitual con diversos fines.
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